Apenas nos bajamos del Uber en la esquina de la plaza de la Revolución, e instantáneamente aparecimos en un mundo hipster alterno; colores vibrantes en lugar de cabello, chalecos metálicos, tacones puntiagudos y muchas transparencias.
El tren había partido y era uno todavía más “mamey” que el normal por ser día de prensa y VIP.
Finalmente entramos, y mi sorpresa fue la instalación: tres pisos de racks por los cuales podías ver casi cada galería desde la planta baja. Puestos de Henessy, Moshi Moshi y botellitas de agua de a 40 pesos… lo usual en un evento así.
El jueves 8 de febrero fue la inauguración de la quinta edición del Material Art Fair en la Ciudad de México. El día anterior, y de forma paralela, fue la inauguración de Zona Maco, pues era la semana del arte en la ciudad. (Afortunadamente fui a cubrir MAF y no ZM).
La sede de este año fue el Frontón México, que desde que lo reinauguraron, ha albergado eventos culturales de distintos giros cada fin de semana, y es impresionante la capacidad del recinto para ‘alterar’ el espacio.
Desde su debut, Material se ha enfocado en galerías que proponen arte emergente, arriesgado y vibrante de la cultura contemporánea. Al contrario de Zona Maco, Material Art Fair sí cumple con propuestas frescas e interesantes, más allá que sólo subirse al ‘tren del mame’.
Al pie de 78 galerías de 18 países diferentes, y sólo un “drink” de cortesía…
Definitivamente es necesario investigar un poco sobre las galerías antes de ir: son demasiadas y no puedes tomarte el tiempo para contemplar cada obra de cada galería, si quieres salir en menos de cinco horas. No soy muy conocedora del arte contemporáneo, aunque me gusta aprender y descubrir nuevas propuestas; MAF es un gran lugar para esto.
Las fotografías de la galería Almanaque, originaria de la Ciudad de México, expresan frescura a través de imágenes casi abstractas con el uso del color, texturas y materialidad.
Yautepec es otra galería nacional que presentó obras en collages y un par de instalaciones, y la presencia de la cultura indígena es la constante en más de una pieza presentada.

En cuanto a la presencia internacional, una de las galerías favoritas fue “eitoeiko”; originaria de Japón que llegó con una propuesta muy interesante. Ellos mismos declaran que su galería está justo sobre la línea entre el arte contemporáneo y el “no-arte” y sus artistas lo demuestran en cada obra.

Maria Hassabi para Immaterial presentó, en cambio, un performance enfocado coreografías. Los participantes estaban parados, sentados, caminando en diferentes partes de la feria haciendo poses y movimientos sutiles, casi imperceptibles, que buscaban jugar con lo escultórico del cuerpo humano. La artista es Maria Hassabi, quien es originaria de Chipre, pero vive y trabaja en Nueva York. A comparación de las otras performances me pareció una obra interesante y linda; realmente pasaban bastante desapercibidos, pero si te tomabas un momento para observarlos sus movimientos y poses eran sumamente hipnotizantes.
En general, a pesar de ser un evento que atrae a mucha gente falsa, debo admitir que lo disfruté mucho. Descubrí artistas contemporáneos que buscan más que sólo hacer dinero, galerías que pretenden sacar a luz a artistas nuevos y emergentes por el simple amor al arte y una cantidad enorme de artistas mexicanos que tienen propuestas realmente interesantes y lo están compartiendo con todo el mundo.