Terminaron los juegos olímpicos de invierno en PyeongChang, Corea del Sur, y han dejado un buen sabor de boca en los aficionados, particularmente por las ceremonias de inauguración y clausura.
A unos cuantos días de dar comienzo a los juegos, se anunció que Corea del Norte y Corea del Sur marcharían durante la inauguración de manera conjunta. Esta noticia sorprendió al mundo, ya que después de 47 años en guerra y dos sin entablar diálogo, las dos Coreas daban un indicio de un posible acercamiento.
Esto proviene de 1945, después de 35 años en que Corea estuviera ocupada por los japoneses. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Rusia declaró la guerra a los nipones y atacó por el norte el territorio coreano, debido a la creencia de que había más oportunidad de vencerlos por ese lado. Las guerrillas coreanas, que tenían ideas comunistas apoyaron al ejército ruso. Estados Unidos también declaró la guerra a Japón, pero a diferencia de los rusos, decidió atacar el sur de Corea. Es así que en el norte, se funda el Estado Socialista de Corea del Norte, separándose de Corea del Sur, de ideas capitalistas.
En los últimos años, la tensión entre ambos países ha ido creciendo, debido a las pruebas nucleares que Corea del Norte ha realizado, por un lado, y por el apoyo militar de Estados Unidos a Corea del Sur, por el otro, lo que provoca que se perciba como la preparación para una guerra. Esto ha llevado a Kim Jong-un a amenazar a los estadounidenses con usar su armamento nuclear, en caso de ser atacados de alguna manera.
La delegación surcoreana estuvo conformada por 123 atletas, quienes consiguieron cinco medallas de oro, ocho de plata y cuatro de bronce para un total de 17. Por su parte, el equipo norcoreano tuvo participación con 10 deportistas que no lograron obtener ninguna presea.
Cabe destacar que ambos países participaron como uno solo en el hockey femenil; el equipo representativo contó con 23 atletas del sur y 12 del norte. A pesar de que en cinco partidos disputados no alcanzaron la victoria en ninguno y solo anotaron dos goles, el acontecimiento fue único en los últimos 27 años, desde que ambas naciones participaran en 1991 en el campeonato mundial juvenil de futbol y el torneo mundial de tenis de mesa.
Por esto, el desfile en PyeongChang con ambas delegaciones juntas, detrás de una bandera blanca con la península coreana en color turquesa, tiene un valor y un significado que va más allá de la justa deportiva.