En la final femenil del US Open de este año, antes de que todo se derrumbara, Serena Williams era la favorita para ganarle a la joven de 20 años Naomi Osaka.
El juego soñado
Para Osaka era un sueño jugar contra Williams en la final de un Grand Slam, pues había crecido admirándola. Lo que la japonesa nunca pensó, fue que le ganaría a la tenista en medio de un remolino de controversia y acusaciones de sexismo contra el juez de silla, Carlos Ramos.
Lo que pasó
Todo empezó cuando el juez le hizo un llamado a Serena por violar el código de coaching. Ramos vio como Patrick Mouratoglou, entrenador de la tenista, le estaba indicando con las manos a Williams que se moviera. Ella trató de convencerlo de que nunca haría trampa, pero esto no fue suficiente para quitar la penalización. Después, Williams golpeó un revés en la red por error y frustrada aventó su raqueta a la cancha y la destruyó. Esto es una clara violación del código del juego, y Ramos le quitó dos puntos a la tenista como penalización.
Se calentaron las cosas
El juego cambió por completo. Williams se acercó a hablar con el juez. «Esto es increíble, cada vez que juego aquí tengo problemas», le dijo a Ramos. (Sí, Serena ya había tenido problemas en US Opens anteriores: en 2004, en el partido contra Jennifer Capriati; en la semifinal de 2009 contra Kim Clijsters, cuando amenazó a la jueza; y en 2011, cuando jugó contra Sam Stosur y tuvo problemas con la juez Eva Asderaki).
Todo escaló cuando Serena le dijo a Ramos: «nunca he engañado en mi vida, tengo una hija y defiendo lo que es correcto para ella y nunca he hecho trampa… me debes una disculpa”. Y agregó: «me robaste un punto, también eres un ladrón». Después de eso, el juego se vino abajo. Ramos emitió la tercera violación del código, penalizando a Williams por abuso verbal con todo un juego perdido. Las reglas del tenis establecen que la primera violación es una advertencia, la segunda la pérdida del punto, tercera la pérdida del juego y finalmente la pérdida del partido. Aunque no llegaron a eso, estuvieron cerca.
¿Discriminación de género?
Para tratar de aclarar las cosas Brian Earley, árbitro del torneo, y Donna Kelso, la supervisora de Grand Slam entraron a la cancha. Aquí fue cuando Williams hizo la primera acusación de discriminación por su género. Para Serena, los hombres se pueden salir con la suya en este tipo de casos, pues casi nunca los penalizan por hacer lo mismo que ella. Pero The New York Times la desmintió. El periódico obtuvo cifras sobre las penalizaciones hacia jugadores en los cuatro eventos de Grand Slam desde el año 1998 hasta 2018 en los cuatro eventos de Grand Slam. Encontraron que los hombres han sido multados por mala conducta con mucha más frecuencia que las mujeres con una excepción significativa, las infracciones de coaching. Este es el único rubro en el que las mujeres han sido más sancionadas que los hombres.
La amarga victoria
Finalmente, Osaka se coronó como la primera campeona de 20 años de un Grand Slam, siendo el primera tenista de Japón en hacerlo. Sin embargo, su victoria fue eclipsada por la controversia que cubrió a Serena Williams, ya sean acusaciones sexistas justificadas o solo una rabieta.
Georgina Bailón es una periodista de la Ciudad de México. Sígueme en: twitter / instagram