Manolo Caro, director de películas como No sé si cortarme las venas o dejármelas largas (2013) y La vida inmoral de la pareja ideal (2016), incursiona en la televisión vía streaming con la más reciente serie de Netflix hecha en México, La casa de las flores.
Este drama, con tintes de humor negro y liberación sexual, cuenta la historia de la acaudalada y “perfecta” familia De la Mora, quienes son dueños de la florería más próspera de Las Lomas. Pero, detrás de la exitosa fachada del negocio, se esconden muchos secretos que estremecerán los pilares de esta casa. La serie engancha desde el primer capítulo: el guion es ágil y el tratamiento de temas como la bisexualidad, infidelidad, transexualidad, y hasta adicción a las drogas, la hace novedosa para el público.
Caro le dio la vuelta a la telenovela mexicana convencional, haciendo uso de personajes, situaciones y peripecias comunes dentro de este género, para romper estereotipos y exponer los temas que la clase alta prefiere evitar.
La casa de las flores ha sido un suceso mediático que ha trascendido fronteras. En Colombia, diversos medios la han recomendado. El periódico El Espectador la declaró como “la serie de la que todos están hablando”. En España, el diario El País, la catalogó como “la reinvención de la telenovela millennial de Netflix”.
Razones hay de sobra para verla. Es el regreso de la Diva de las telenovelas: Verónica Castro, quien tras más de 10 años de ausencia, vuelve a los sets en un papel muy diferente a los que nos acostumbró. Interpreta a Virginia de la Mora, la matriarca de la familia que hará hasta lo imposible por mantener el renombre de su florería.
Cecilia Suárez, una de las mejores actrices del país –esta es la opinión de quien escribe— se anota un éxito más en su carrera con el papel de Paulina de la Mora, que, gracias a su pe-cu-liar a-cento, ha logra-do con-quis-tar a la audiencia, a tal grado que surgió el hashtag #PaulinaDeLaMoraChallenge en Twitter, que los usuarios utilizaron para subir videos a la red social imitando al personaje de Suárez. Se hizo tan viral, que hasta Las chicas del cable (otra serie de Netflix) se unieron al “tren del mame”. Lo curioso es que, desde un principio no estaba contemplado ese acento para la actriz, pero en plena grabación surgió y se quedó.
Los personajes de Julián (Dario García Bernal) y de Diego (Juan Pablo Medina) también generaron conmoción entre la audiencia, ya que el primero encarna a un bisexual de clóset, que tiene una relación a escondidas con un hombre 15 años mayor que él, interpretado por el segundo. Juntos formaron al #TeamDieilián o #TeamJuliego, y por primera vez en la televisión mexicana se ven escenas candentes entre hombres de manera explícita. Eso sí, muy bien logradas y cero vulgares.
Por otro lado, Aislinn Derbez interpreta a Elena de la Mora, una joven que se ve envuelta en una relación interracial con un “gringo” afroamericano con quien está comprometida, pero al mismo tiempo sostiene una relación con Claudio (Lucas Velázquez), quien es prácticamente su medio hermano.
El resto del elenco lo conforman Paco de León, Arturo Ríos y Luis de la Rosa, Claudette Maillé y David Otrosky.
Es fácil engancharse con esta historia, pues Manolo Caro supo unir tres generaciones; buscó inspiración en las familias mexicanas y hurgó entre sus más profundos secretos, gustos, deseos y hasta miedos, exponiendo la hipocresía de la sociedad como mecanismo de defensa ante el “qué dirán”.
La música también es protagonista. La banda sonora de la serie tiene de todo un poco: Mecano, Yuri, Cristian Castro, Selena, Amanda Miguel, Gloria Trevi, Paulina Rubio y hasta Juan Gabriel. En Spotify hay una playlist con mucho más. Les dejo el enlace.
Debido al suceso generado, se espera que florezca una segunda parte, pero será sin La Vero, pues declaró que nunca ha comulgado con las continuaciones y que sólo firmó por una temporada.
Casi se me olvida: cada capítulo se titula como una flor y representa un sentimiento; por ejemplo, Narciso, que simboliza la mentira, o el Lirio, que significa libertad.
La diferencia está en los detalles, y ahí recae el éxito de esta producción que tiene hablando a todo México. Sin temor a equivocarme, puedo decir que ha sido la serie más exitosa de Netflix producida en este país. Sí, más que Club de Cuervos, y, perdóname Sole Mio, pero Diego Boneta no jaló tanto como Luis Miguel.
Si aún no has visto la serie, es momento de darle un chance.
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Sebastián Rincón es un periodista, cinéfilo y melómano. Colombiano viviendo en la Ciudad México. Sígueme en: Twitter / Facebook / Instagram