Detrás de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, en la calle República de Guatemala, se encuentra una fila de aproximadamente cinco coches, todos ellos con la leyenda “Taxi Eléctrico” en sus laterales. Esta es la primera y, hasta el momento, única base de taxis de este tipo en la ciudad.
Dicha iniciativa forma parte del Servicio de Transportes Eléctricos, programa implementado por el gobierno de la CDMX, y en el que además de los taxis también se incluye el Tren Ligero, que brinda servicio al sur de la ciudad, y el Trolebús, el cual cuenta con 290 unidades con las que se cubre las ocho líneas existentes.

El costo de salida en los llamados taxis cero emisiones es considerablemente más alto que el de uno que utiliza diésel o gasolina, pues el banderazo es de $27.30 y una tarifa de 1.84 pesos por cada 45 segundos o 250 metros; sin embargo, con el sistema eléctrico se busca, además de reducir el CO2 que se emite, brindar un mejor servicio a los hasta cuatro pasajeros que caben en el vehículo, ya que el ruido que se emite es menor que el de un coche con gasolina.
A diferencia de otros taxis, estos no son propiedad de la persona que lo maneja: es un servicio totalmente del gobierno de la Ciudad, y los choferes reciben un sueldo fijo; esto implica que, sin importar cuantos viajes hagan al día, no influye en las ganancias que les deja a los conductores.
Por otro lado, la carga de los automóviles depende de las electrolineras y los puntos de carga instalados alrededor de la ciudad por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pero esto no es un problema para los taxis, ya que la base está establecida junto a una unidad de carga, la cual les facilita el regresar de un viaje y enchufar nuevamente para poder realizar viajes de hasta 175 kilómetros para el recorrido por la ciudad.

A partir de 2017, diferentes ciudades del mundo se han sumado a este tipo de iniciativas. Ejemplo de ello es Londres, donde The London Taxi Company se ha convertido en The London Electric Vehicle Company, esto luego de introducir los icónicos black cab ahora en su versión eléctrica.
En México, la base ubicada detrás de la Catedral Metropolitana tiene 18 autos disponibles para los usuarios, todos de la marca Nissan, con el modelo Leaf, la cual predomina en el medio de transporte público individual eléctrico no solamente en la CDMX, sino también en España, Reino Unido, Polonia, entre otros países.
Desde 2016, año en el que se implementó la iniciativa de los taxis eléctricos, el gobierno ha invitado a otros prestadores del servicio a sumarse a estas alternativas sustentables, ofreciendo hasta 45 mil pesos de los 300 mil aproximados que cuesta un modelo sustentable para los taxistas que decidan renovar sus unidades. Esto, desde la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México.
Estos esfuerzos por reducir la contaminación de la capital del país no quedan solo en manos del gobierno: la iniciativa privada también se ha visto involucrada. Giant Motors Latinoamérica, automotriz de la que Carlos Slim tiene 50% de las acciones, ha trabajado desde 2017 en generar un prototipo de taxi eléctrico junto con Moldex, el fabricante de vehículos eléctricos unidad de Grupo Bimbo. Estos servirán para reemplazar a los más de 130 mil taxis que se tenían registrados en la capital hasta ese año.
Los motores eléctricos no solo representan un avance tecnológico para el ecosistema al reducir los gases contaminantes, también favorecen el ahorro para quien los maneja al poder hacer uso gratuito de los enchufes públicos, y también generan un beneficio al no entrar en el programa Hoy No Circula. Todo esto hace que la gente se replanté si invertir en un modelo amigable con el ambiente es o no, una buena inversión a futuro.
– Imagen destacada tomada de: ste.cdmx.gob.mx
Jessica Bermeo es estudiante de Comunicación en la Universidad Iberoamericana. Sígueme en: twitter / instagram