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¿Cómo qué buscaba, güerita? ¿Corrupción en la delegación de Coyoacán?

Coyoacán es uno de los centros turísticos más populares de la Ciudad de México. El visitante promedio puede encontrar diversas atracciones que incluyen restaurantes, visitas guiadas y el famoso mercado de artesanías. Entre múltiples variaciones de los vibrantes cilindreros, que parecen estar en el aire, las calles están siempre abarrotadas de vendedores ambulantes que ofrecen distintos tipos de productos al consumidor. Desde churros de azúcar o un rehilete, hasta prendas de ropa y artesanías. El transitar de estos vendedores parece algo aleatorio. Sin embargo, la competencia y resentimiento dentro del gremio son profundos.

Hace poco más de 15 años, los vendedores ambulantes del centro de Coyoacán fueron concentrados en el Bazar Artesanal. Mientras tanto, a los comerciantes de alimentos se les asignó una zona y horario para vender.

De acuerdo con la comerciante Leonor Juárez, los vendedores de comida únicamente pueden montar sus puestos  en las calles de Aguayo e Ignacio Allende, en un horario de 10:00 a las 22:00 horas.

La Tesorería de la alcaldía otorga dos tipos de permisos para vender en Coyoacán: el permiso de ambulante y el permiso de suelo. El primero consiste en dar la posibilidad a vendedores ambulantes de estar constantemente rondando el lugar para vender producto. Este permiso prohíbe que la venta de estos productos se de en estático. Por otro lado, el permiso de suelo es exclusivo para aquellos que venden otro tipo de productos, como los globeros y los vendedores de juguetes. En este caso la condición es mantenerse en un espacio sin moverse.

Sin embargo, según Leonor y la policía “Martha”, los trámites son más flexibles que lo que indica la tesorería.

El pasado 17 de marzo, los artesanos del mercado desdoblaron sus respectivos negocios para montar una romería en la calle de Cuauhtémoc. Desde el 15 de marzo hasta el 23 del mismo mes la calle, entre Ignacio Allende y Aguayo, permaneció cerrada para automovilistas.

Al respecto, la oficial Martha aportó que, los elementos del cuerpo policial de la zona desconocían la orden que permitió que la romería de los artesanos se llevara a cabo. La indicación que recibieron fue vigilar el tránsito de peatones y no interferir con las actividades de la romería.

“Lucio” vendedor de artesanías en el segundo piso del mercado, mencionó que todos los gremios de mercaderes tienen derecho a una romería al mes. Argumento que la policía “Martha” refutó.

Los artesanos no tendrían porqué estar aquí, para eso se hizo el mercado de artesanías. Nosotros sí estamos pagando nuestro uso de suelo.
– Leonor Juárez, dueña de puesto ambulante de papas.

Según la página de Trámites y Servicios de la Ciudad de México, para poder obtener el permiso para ejercer comercio en vía pública en el área de Coyoacán se requiere:

1. Documentos de identificación oficial

2. Comprobante de domicilio

3. Formato de solicitud TCOYOACAN_PEC_1, debidamente llenado y firmado. Original y 1 copia.

4. Comprobante de pago de derechos y 1 copia

Pese a la aparente formalidad de los trámites, “Laura”, vendedora ambulante de ropa en la plaza central de Coyoacán, menciona que estas concesiones sólo se reparten por los inspectores de gobierno pagándoles una cuota.

Estos inspectores patrullan dos veces por día la plaza principal de Coyoacán en búsqueda de vendedores sin permiso. De encontrar alguno, se les confisca la mercancía y para recuperarla deberán pagar una multa en la alcaldía.

“Raúl”, vendedor de cinturones, cuenta que cuando esto sucede la mercancía es devuelta con daños o incluso con la mitad de las piezas. La policía forma parte fundamental de este sistema, ya que en varios casos los elementos policiacos están coludidos con los vendedores. Si un comerciante nuevo en la zona se convierte en una amenaza para el mercado establecido, la policía misma es quien les quita la mercancía, tengan permiso o no.

“María” viaja desde el Estado de México para vender flores a unos metros de la iglesia de Coyoacán. No cuenta con permiso de suelo o ambulante, por lo que siempre está alerta de los rondines de la “camioneta blanca” del supervisor.

En sí sólo los que venden globos pueden estar aquí. Nomás vemos que pasa, levantamos todo y nos vamos.

Los comerciantes, floristas, artesanos, globeros, cinturoneros y vendedores de alimentos han adaptado su negocio a las normas de la delegación; sin embargo, los protocolos se aplican de manera distinta según las oportunidades de cada negociante.

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