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Selectividad y distinción: el precio de hacer ejercicio en la actualidad

“Yo hago spinning porque es el único ejercicio que realmente disfruto. Lo único que no me gusta es el trato que he visto por parte de ciertos instructores y miembros del staff hacia la gente con sobrepeso o la gente poco atractiva”, dice Ana, usuaria exclusiva de studio de indoor cycling

Nueva York, Los Ángeles, Londres y hasta Ciudad de México son algunas de las ciudades que comparten nuevas maneras atractivas, pero poco accesibles para ejercitarse.

Los studios boutique, aplicaciones con un amplio catálogo y anualidades que oscilan entre los 20 mil pesos son algunas de las modalidades que están orillando al consumidor de clase media alta a abandonar los gimnasios y las membresías de clubes deportivos.

Las nuevas tendencias de estilo de vida fit proponen innovadoras formas de hacer ejercicio. Estas incluyen el climbing, bootcamp, indoor hiking y hasta el Barre: una fusión entre la yoga, la danza y los pilates.

Una de las principales finalidades de estos studios es formar comunidades de élite entre sus usuarios. Además, se crean espacios “instagrameables” en los que el cliente puede tomarse fotos, subirlas a sus redes sociales y, sin darse cuenta, darle promoción al studio. También, como característica particular de estos modelos, se implementa la peculiaridad del pay-as you-go. Esto permite que los usuarios reserven sus lugares en los studios en línea y paguen, ya sea por clase– 300 pesos en promedio –, o por paquete — de mil 450 a 12 mil pesos en promedio –.

Uno de los studios de élite más influyentes y con mayor presencia dentro de la comunidad fit es Commando Studio. Esta es una empresa totalmente mexicana que se distingue por ofrecer a sus usuarios dos modalidades de ejercicio. El primero de estos es el bootcamp, donde el entrenamiento se fusiona con trabajo de piso: ejercicios funcionales con mancuernas bancos y ligas. También se implementa trabajo cardiovascular utilizando caminadoras que cuentan con una función dinámica; en esta, la velocidad es producto de la fuerza con la que se empuja la banda.

commando

El taller es otro servicio que el studio ofrece. Al igual que en bootcamp, aquí se trabaja la parte del cuerpo correspondiente a cada día de la semana; sin embargo, cuenta con la diferencia de que el usuario trabaja en jaulas que disponen de barras de peso para los diferentes ejercicios.

Síclo es otro de los pocos studios boutique que forman parte de la categoría de élite. Con ocho estudios distribuidos en Ciudad de México, Monterrey, Madrid, y, próximamente, Guadalajara, la empresa mexicana líder en indoor cycling promueve mucho más que solo entrenamientos cardiovasculares. El perfil de alguien que hace Síclo, es aquel de una persona que pertenece a un nivel socioeconómico elevado, debido a los altos costos. También se incluyen los servicios alternos que la empresa ofrece, como la venta de línea exclusiva de ropa deportiva, zapatos especializados para las sesiones y otros accesorios.

siclo

Los costos de Síclo operan a través de paquetes que cuentan con diferente número de clases. El rango va de 300 pesos, válido por una clase, hasta los 10 mil pesos, que equivalen a 50 clases. Este último paquete debe ser pagado en una sola exhibición.

No obstante, el studio también ofrece un paquete adicional en el que el cliente puede adquirir un Apple Watch, más 25 clases, por un precio de 14 mil 920 pesos. El costo de este también debe ser cubierto en un solo pago. La venta de artículos como relojes inteligentes son ejemplos de la línea de lujo que la empresa ofrece, misma que da un indicio de la audiencia a la que apelan.

La problemática de algunos de estos servicios es la manera en que están operando en cuanto a los tratos con algunos de sus clientes y los rubros de contratación del personal. Constantemente, se reportan quejas y denuncias por parte de los usuarios y solicitantes debido a tratos preferenciales, mala atención y actos menores de discriminación por apariencia física, color de piel o sobrepeso.

Al tratarse de centros de élite, algunos de estos studios tienen ciertos requisitos para contratar al personal encargado del staff y a los instructores. El primer filtro que un solicitante debe acreditar es “dar con el perfil”. Aquel que aplique para trabajar en este ámbito debe tener una apariencia “atractiva y estética”.

En cuanto a los coaches, es importante que la persona tenga un cuerpo tonificado y, obligatoriamente, cuente con una buena imagen y reputación dentro de sus redes sociales. Es necesario que el solicitante acostumbre a subir a estas plataformas sus rutinas de ejercicio, su estilo de vida sano y su acercamiento con el wellness.

El segundo filtro para ser contratado es que los aplicantes deben ser  jóvenes estudiantes de prestigiosas preparatorias y universidades. Algunos ejemplos de estas instituciones son la Universidad Iberoamericana, Universidad Anáhuac y el Tecnológico de Monterrey campus Santa Fe. Esto se debe a que los valores de los studios incluyen, de manera implícita, la búsqueda por mantener el estatus, no solo entre sus usuarios, también en el personal. Inclusive, en la solicitud de empleo se le pide al solicitante incluir sus redes sociales para corroborar que el perfil físico y el estilo de vida son acordes con los estándares de la empresa.

Como política interna de algunas empresas de indoor cycling, se prohíbe a los instructores trabajar simultáneamente en cualquier otro studio que no pertenezca a la cadena. Se presume que la finalidad de esto es mantener la exclusividad entre sus coaches. Otra de sus políticas es el impedimento para laborar en studios con el mismo concepto de ejercicio, hasta cuatro meses después de abandonar el cargo.  

En cuanto a actos de discriminación, usuarios declaran que han vivido situaciones en las que el personal de ciertos studios ofrece tratos diferentes a clientes que físicamente “no son atractivos”, tienen sobrepeso, cuentan con un tono de piel oscuro, o simplemente no son amigos o conocidos. Es igualmente en estos lugares donde no se cuenta con la placa de “no discriminación”, la cual prohíbe la distinción del servicio a cualquier persona por aspectos como apariencia física, condiciones de salud o colectivo social.

Desde 2017, la ley establece que todos los establecimientos mercantiles deben montar y mantener a la vista dicha placa. De los seis studios boutique visitados para la elaboración de este reportaje, ninguno cuenta con ella. Inclusive, en un studio, la única placa desplegada corría bajo la leyenda de “Todos nuestros productos son orgánicos”.  

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Aunque los actos de discriminación tanto para el cliente como para un aplicante son menores y en muchas ocasiones imperceptibles, se cometen acciones de distinción que son prueba de una industria clasista y segregadora.

En nuestro país existen organismos y leyes que justamente protegen a los individuos de un trato excluyente en establecimientos mercantiles. No obstante, estos studios, que promueven un estilo de vida fit, con tal de mantener el giro de la empresa hacia una tendencia elitista, pueden permitir actos e irregularidades de esta índole.  Ningún individuo bajo ninguna circunstancia debe ser menospreciado para ocupar una vacante o ser prestador de un servicio y menos si se debe a que cuenta con un perfil “que no da el look”.

Por Lu Mendoza
Alumno de Laboratorio de Comunicación Periodística
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