El centro femenil de readaptación social de Santa Martha Acatitla inaugurado en el año 2004 se ha convertido en el hogar de muchas mujeres. ¿Qué se puede hacer dentro? ¿Cómo hacer un cambio? ¿Cómo readaptarse de nuevo a la sociedad?
RayaPinta es un marca 100 por ciento mexicana, enfocada en el empoderamiento, el amor propio y la diversidad. María Argüelles, fundadora de la marca nos cuenta cómo se creó la marca.
El nacimiento
Una amiga de mi mamá me enseño a tejer; después de aprender las bases comencé a ver tutoriales en Youtube y a practicar muchísimo. Sabía que no quería hacer bufandas o chalecos, entonteces intenté hacer trajes de baño que estaban muy de moda hace un par de años. Poco a poco, entré a una comunidad de señoras tejedoras en la tienda donde compraba mis estambres, y ellas me ayudaron a perfeccionar la técnica. Después de un par de meses, utilicé el primer traje de baño tejido hecho completamente por mí.
Mis amigas empezaron a preguntar en cuánto vendía mis trajes de baño; en ese momento no tenía pensado vender nada, entonces me ofrecí a tejerles uno a cada una. Un día, me invitaron a una fiesta, y cancelé porque no había acabado de tejer. Cuando pasó eso, me di cuenta que no era lo que yo quería, tejer era una pasatiempo que había adoptado y no quería que comenzará a esclavizarme. Sin embargo, esto me gustaba y los disfrutaba mucho. Después de una consulta con mi almohada decidí que tejer podía entrar a mi modelo de vida y trabajo.

El comienzo
Sabía que debía contar con ayuda para empezar a trabajar, pero no sabía dónde pedirla. Recordé haber visto a un grupo de personas tejiendo con Síndrome de Down una vez que iba caminado por un parque, cerca de mi casa. Esa tarde comencé a investigar y encontré a una fundación que se dedica a capacitar a personas con SD para comenzar una vida laboral. Contacte a la encargada, y emocionada le conté el proyecto que deseaba comenzar. Ambas felices le entramos al proyecto: capacitamos a los chavos, les enseñé a tejer y comenzó RayaPinta.
Durante un año estuve con ellos y aprendí que las personas con SD son capaces de “desbloquear» una capacidad para tejer; sin embargo, no funciono. Comenzó a ser muy difícil darle constancia al trabajo. La producción era lenta, y en ocasiones no se acababa lo que se empezaba. Me encantaba trabajar con estas personas, pero, sí quería que la marca siguiera tenía que hacer algo diferente. Por esa razón tuve que redireccionar a RayaPinta.
Un fotógrafo famoso mexicano conoció mi marca, le gustó el producto y me contactó. Me ofreció ser socios y trabajar en equipo. Él tenia muchísimos seguidores en sus redes sociales y ya tenía claro cual era su target. Todo tenia mucho sentido; él, se dedica a fotografiar a mujeres en ropa interior, trajes de baño o desnudas; y yo, a vender trajes de baño tejidos. Pero, no quería vender solo trajes de baño, a partir de algo que me gusta hacer buscaba generar un cambio social, poner mi granito de arena.

#tejerenprision
Por azares del destino llegue a Reinserta, una asociación que se dedica a la prevención del delito, a la mejora de impartición de justicia penal y al respeto de los Derechos Humanos. Ayuda a aquellas personas privadas de su libertad, impulsando políticas públicas para atacar los problemas de raíz y crear transformaciones reales. Y todo comenzó de nuevo.
Mi socio anterior no estaba tan interesado en esta mueva vertiente, y decidió bajarse del barco RayaPinta; sin embargo, yo continue. En enero de este año comencé con capacitaciones dentro del penal Santa Martha Acatitla, ubicado al sur de la Ciudad de México. Cada martes les enseñaba a las mujeres a tejer los modelos que RayaPinta maneja, y poco a poco se fue formando el grupo actual: 13 reclusas que el día de hoy tienen trabajo y un sueldo fijo.
Trabajar con reclusas no es nada fácil, pero, es cuestión de tiempo para que ambas partes nos adaptemos y por mi parte, ganar su confianza. Las primeras semanas se perdía material constantemente, había días que tenía a 20 mujeres queriendo aprender a tejer y para la siguiente semana regresaban 15, y para la siguiente, 10. Sin embargo, aprendí que son personas que buscan una segunda oportunidad y eso es lo que hace RayaPinta. En la cárcel todo es dinero, si quieres comer debes pagar, si quieres estar segura debes pagar, si quieres sobrevivir debes pagar. Las 13 mujeres que trabajan en RayaPinta tienen una nueva forma de ganar dinero; cada semana voy al penal les entrego material nuevo, y para la siguiente semana ellas me entregan piezas para vender. No existe una entrega mínima, pero, normalmente hacen entre cinco y seis piezas por semana.
La respuesta de los clientes es positiva, a las personas les gusta saber que al comprar algo están ayudando y eso es bueno. Me he dedicado ha hacer a RayaPinta una empresa diferente, con un enfoque social y eso transmitirlo a todas las personas que nos conocen. Es cierto, la persona que está tejiendo tu traje de baño es una delincuente, y muchos estaría en contra de comprarle algo a una secuestradora, o a una ladrona; pero ¿las segundas oportunidades se dan con condiciones?
Si quieres conocer más a la marca puedes ingresar a rayapinta.com.mx