El Centro Histórico de la Ciudad de México es un lugar en constante movimiento, tanto de transeúntes, vendedores, y peatones, como de vehículos que transitan durante todo el día y gran parte de la noche. El ruido del lugar puede ser abrumador. La dinámica se siente acelerada. En este lugar existen variedad de actividades: comercios, restaurantes, oficinas, consultorios, museos, hoteles, que hacen de este lugar uno bullicioso y poco tranquilo.
Desde hace algunos años, los músicos que tocan en el Centro Histórico de la Ciudad de México han estado bajo fuertes amenazas del gobierno capitalino, que les han impedido interpretar sus conciertos al aire libre.
Avelino Méndez, subsecretario de Reordenamiento de la Vía Pública comentó que “actualmente están en pláticas con la Secretaría de Cultura para regular esta actividad”. Afirmó que por su parte no han dado orden de ningún retiro a los músicos. Dunia Ludlow, titular de la autoridad del Centro Histórico aseguró que no tiene las atribuciones del retiro de los músicos y señaló a los responsables de tal acto: “la autoridad del Centro Histórico no es responsable de tales acciones, al final los músicos urbanos están utilizando la vía pública. Quienes tienen la atribución para entregar los permisos a los diferentes músicos urbanos son o la alcaldía o la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México y Reordenamiento en Vía Pública”.
Ningún funcionario público ha aceptado la responsabilidad de asumir tal decisión.
Debido a ésta situación, desde hace tres años se estableció un grupo de músicos denominado el Colectivo de Músicos Urbanos del Centro Histórico de la Ciudad de México. Este colectivo es un proyecto de autogestión, creado bajo la premisa de diversificar los espacios culturales para explotar su talento musical y crear espacios seguros y organizados para los músicos que con su experiencia como facilitadores culturales en las calles de la ciudad han construido el cimiento del proyecto “Estaciones Musicales”, el cual pretende tomar las calles de la Ciudad de México como una capital cultural y musical con impacto internacional. Desde ese año, los músicos, con los permisos otorgados por las autoridades han llenado la calle 16 de Septiembre con su arte, convirtiéndola en un corredor peatonal y musical.
Este colectivo fue creado con el fin de que los músicos tuvieran una representación ante las autoridades, y su presencia en vía pública no sea considerada un problema.
La opinión de la gente acerca de la presencia de músicos urbanos en las calles del Centro Histórico, fue que la presencia de estos artistas es positiva, ya que cambian el ambiente del Centro Histórico, haciéndolo más ameno. Varios comentaron que al escuchar a estos músicos el estrés del trabajo y la rutina se olvidan, fomentan la cultura y el arte y alegran el ambiente, aunque sea por unos minutos, haciéndoles sentir confianza, armonía y tranquilidad. “Habemos personas que no podemos pagar un concierto grande, en cambio venimos aquí, nos sentamos y escuchamos un rato de buena música clásica”, dijo Héctor Valenzuela Ruiz, trabajador del Centro Histórico de la Ciudad de México.
Uno de los músicos entrevistados durante la semana fue Sergio Ávalos. El es barítono, egresado de la Facultad de Música de la UNAM. Estudió en Roma la maestría en Dirección Coral y tiene un doctorado en Música Sacra. Él canta ópera en la calle 16 de Septiembre esquina con la calle de Palma, debajo del Edificio del Correo Francés, acompañado de Isaid Crisóstomo, tenor y de su “coach en el ejercicio de espacios abiertos”, Javier Ortiz. Ellos pertenecen al Colectivo de Músicos Urbanos del Centro Histórico en el cual han logrado regularizar a diferentes grupos de músicos urbanos por horarios y días para poder irse presentando en diferentes zonas o estaciones. Aun cuando para un cantante de ópera tiene cierta complicación cantar al aire libre, ellos lo hacen sin tecnología alguna.
El señor Armando Velázquez lleva diez años tocando el saxofón, ha formado parte de distintos grupos de jazz, blues y ha sido acompañamiento de violinistas. Armando, junto a su amiga Celia, quien es violinista, tocando en la calle Venustiano Carranza, afuera del edificio del Nuevo Mundo, porque afirman que es en ese punto donde hay más gente que los escucha, e inclusive gente que los busca. Ellos también forman parte del colectivo, formado aproximadamente por 50 músicos.
Samuel Morgan Pérez está terminando la licenciatura en Instrumentista especializado en Viola de la Facultad de Música de la UNAM. Samuel toca la guitarra, el violín y el piano, y forma parte del cuarteto de cuerdas y orquesta de cámara Da Strada. Mencionó que los sábados y domingos son los días en los que interpretan su música en el corredor musical 16 de Septiembre. Lleva más de seis años musicalizando espacios urbanos y pertenecen al mismo Colectivo de Músicos Urbanos.
Ahora existe una regulación del gobierno y trabajan de forma apolítica sin tener que pagar por una plaza, y pretenden que en un futuro sea posible extender el corredor musical hasta Chapultepec. Samuel dijo que cuando la gente los escucha tocar, se empiezan a acercar, les hacen preguntas y se interesan por su trabajo. Afirma que “es una buena forma para acercar la música clásica a personas que normalmente no tienen la posibilidad o el conocimiento de la misma”. Dijo también que existe una gran diferencia entre tocar entre semana a tocar los fines de semana, pues hay más personas que visitan el centro y vienen con más calma.
No obstante, la música urbana sigue sin ser reconocida como han sido los comerciantes que trabajan en vía pública. “Los permisos como tal no existen; se ha logrado tener tolerancia, pero a condición de ciertos requisitos, reglamentos que cumplimos ante las Autoridades involucradas, que son varias, desde El gobierno de la CDMX, Reordenamiento Vial, Alcaldía, Fideicomiso del Centro Histórico, Secretaría del Trabajo, Secretaría de Seguridad Ciudadana, Secretaría de Cultura. Algunos compañeros del Colectivo han tomado el compromiso de representar ante las autoridades nuestras inquietudes y necesidades”.
Por el momento, las respuestas de la autoridad ante las peticiones del colectivo de músicos han sido pocas. Aunque ya se respeta su trabajo en la calle, aún existen muchos casos en los que los músicos han sido removidos y no se ha respetado el arte de la música urbana como un sustento viable. Según un informe escrito por la gobernación de la alcaldía de Cuauhtémoc afirman, “hacemos de su conocimiento que la actual administración tiene como prioridad apoyar a los promotores culturales y colectivos independientes, por lo que a través de una convocatoria asignamos plazas públicas para llevar a cabo esta actividad”. Se espera que durante el próximo año este conocimiento sea notable, y así los artistas y músicos de la calle puedan ejercer su profesión.
Un agradecimiento al Colectivo de Músicos Urbanos del Centro Histórico de la Ciudad de México por brindarnos información