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¿Romantizamos el emprendimiento?

La Secretaría de Economía informó en 2012, que gran parte de la riqueza en México es resultado de la contribución de los emprendedores en la economía del país, ya que las micro, pequeñas y medianas empresas representan 99% de este sector en nuestro país, creando aproximadamente 730 mil empleos al año de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Actualmente, existe una tendencia por parte de las nuevas generaciones hacia el emprendimiento. Los jóvenes no quieren trabajar como oficinistas en condiciones “esclavizantes” y prefieren trabajar de manera independiente. Así, se crea un fenómeno donde el emprendimiento se romantiza y los innovadores, en algunas ocasiones, no son conscientes del riesgo y el esfuerzo que involucra crear una empresa desde cero.

“El millennial emprendió por necesidad, la generación Z por convicción”, afirma Andrea González, Consumer Planner en Diaego México. Además, dice que los millennials se rigen por la pasión, y que la misma se puede ver limitada en estructuras corporativas clásicas. Ante la falta de oportunidades profesionales cuando se enfrentaron a la crisis económica en 2008, empezaron a abrir sus propios caminos.

De aquí parte una corriente a la que llama startup-era con Silicon Valley. Mark Zuckerberg y la conocida “escuela del emprendimiento millennial, dejaron claro los cómos y los porqués del emprendimiento. La ‘generación Y’ entiende que el equipo de trabajo es el mejor aliado para crear sinergias horizontales. También comprendieron que al hablar de sus errores y compartirlos, podían aprender de ellos, y adoptaron la mentalidad de flexibilidad ante todo.

La generación ‘Z’ totalmente digitalizada, a través de recursos tecnológicos y con su capacidad de uso de información, han sabido acelerar aún más el modelo del emprendimiento. “Podemos decir que las dos generaciones son súper emprendedoras, creo que ahorita estamos aprendiendo el tipo de emprendimiento de generación Z. Para mí, antes era una parvada, había un líder y los demás pájaros volaban atrás, aunque las jerarquías se empezaron a hacer más horizontales, de cierta forma había jerarquías. Y lo que veo en la generación ‘Z’ es que es más como un enjambre de abejas, que se están moviendo todos sin una jerarquía pero en sincronía o en armonía para llegar y conseguir los mismos objetivos”, cuenta Andrea.

Sin duda, las condiciones tecnológicas y globalizadas han ayudado a que los jóvenes puedan emprender más fácilmente. Para Andrea, claramente el proceso de educación o formación académica influye en la velocidad y facilidad en la que una persona puede crear un negocio. La generación ‘X’ necesitaba una carrera, una maestría, un doctorado para especializarse y ser el mejor. El millennial empezó a darse cuenta que requería una nivel licenciatura como base para poder emprender. Entonces esperaba un cierto número de años para especializarse o recolectar información o aprendizaje para luego aplicarlo. Por otro lado, la generación ‘Z’ se acelera en la recolección de conocimiento, de manera más fluida, con diferentes herramientas aprenden a hacer de todo sin tener que especializarse en algo. Tienen acceso a la información a través de un clic, y han sabido diseñar su forma de adquirir conocimiento y aplicarlo de manera rápida.

Pero las bases de la escuela no son lo único necesario para crear un negocio y que éste sea exitoso, según Alejandro Zorrilla, creador de Verbena Flores “creo que no hay mejor universidad que una empresa […] yo te puedo decir que en la carrera aprendí lo básico […] en cambio emprendiendo, aprendí a programar, aprendí a hacer una página web, aprendí marketing digital, aprendí temas de logística, temas de producción, temas de optimización, temas de recursos humanos, temas de dirección, liderazgo”.

Al Ries y Jack Trout son dos profesionales de marketing estadounidenses en el libro Posicionamiento. Afirman que lo primero que se debe hacer para emprender es llenar un vacío en el mercado con un claro diferenciador y con una estrategia sólida para atacar a la competencia y ganar parte del mercado. Para esto es de suma importancia una previa investigación.

En el caso de Verbena Flores, una startup que se lanzó en febrero y que actualmente ya se encuentra en punto de equilibrio, hicieron una investigación previa de tres meses y una prueba piloto para ver si su modelo de negocio y su propuesta iba a ser bien aceptada por el mercado. 

Alejandro dice que es muy fácil pensar que al emprender se puede “comer” un porcentaje del mercado, cuando “simplemente comerte el 1% del mercado es complicadísimo”, afirma. 

Jóvenes de 23 y 25 años coinciden que su generación “ahora quiere todo rápido, ver resultados enseguida y ser su propio jefe sin pasar antes por un proceso laboral”. Aquí es donde el emprendimiento se romantiza y se ve cegada la realidad que muestra los obstáculos y dificultades que esta decisión conlleva. 

Para Alejandro, los principales obstáculos para emprender fueron el tema personal (motivarse y creerse que podía lograrlo a costa de lo que decían los demás), y específicamente de Verbena, la creación de la página. En tercer lugar fue la competencia que con muchos años en el mercado y alto presupuesto. Otro obstáculo fueron los recursos humanos y por último, la complicación financiera. 

Profundizando en este último obstáculo donde generalmente los emprendedores cuentan con poco presupuesto y estar financiando una empresa desde el bolsillo no es rentable. En la mayoría de los casos, los que buscan crear su propia empresa o negocio comienzan pidiendo un préstamo de la ‘triple f’ (friends, family and fools), o buscan asociarse con alguien más. Esta medida puede funcionar en una etapa primaria, pero más adelante es necesaria una inversión más grande, para lo que generalmente se aspira a una inversión de un fondo. 

Para conseguir una inversión de un fondo es necesario que la empresa tenga un riesgo bajo, lo que involucra un plazo mediano o largo. Además, los fondos invierten con la mentalidad “10x”; es decir, esperan que lo que inviertan se multiplique 10 veces en un plazo que los mismos determinen. Por lo anterior, para levantar tanto capital, es necesario tener un modelo de negocios que prometa un crecimiento exponencial para cubrir con los requisitos mencionados. 

Alejandro cuenta que fueron a cinco fondos de inversión. Tres les dijeron que no y dos les dijeron que los buscaran en una etapa más madura. Además, cuenta que es más fácil obtener un buen préstamo y una buena inversión si el emprendedor cuenta con un MBA (Master Business Administration) y aún mejor si este proviene de una universidad Ivy League

Son pocos los casos de éxito en el sector emprendedor, con obstáculos como la falta de inversión y la alta competencia de los sectores de bienes y servicios. Además, existe también la falta de experiencia en negocios cuando se piensa que sin un trabajo previo o un vistazo al mundo empresarial, la propuesta que se tiene será exitosa.

“Al principio me gustaría trabajar en un área que de todas formas me interesa, en el área de diseño estratégico. Me quiero ir a una empresa a ganar un poco de dinero, pero al mismo tiempo seguir con mi emprendimiento y en algún momento mi plan que no es tan a largo plazo, es salir y seguir con mi negocio, porque ya estoy un poco más consciente de los problemas y obstáculos. Por eso quiero empezar con un trabajo estable, y tener ahí un poco de ingresos, y ya después buscar inversionistas o socios”, cuenta Ana Paula Salinas.

Algunos consideran el emprendimiento como un trampolín que puede brindarles en un futuro algún trabajo estable. Aquí, se ve a las startups como una escuela donde el aprendizaje adquirido se puede aplicar en otras áreas y que además puede aportar buena experiencia a un currículum. Así, vemos cómo el tema de educación que mencionaba Andrea evoluciona, y los jóvenes ven en el emprendimiento como una nueva área para formarse profesionalmente. 

Por otro lado, existen emprendedores que planean enfocarse de lleno en su negocio y mantenerlo. “Tengo una idea muy clara de que el trabajar para alguien más es cumplirle el sueño a alguien más, y creo que al emprender tengo la oportunidad perfecta de cumplirmelo a mi: mi propio sueño.”, cuenta Ana Paula. Además, en los planes a futuro de Alejandro, están el trabajar en startups exitosas, para inyectarle dinero y conocimiento a su negocio actual. 

El emprendimiento llegó como una nueva propuesta a los innovadores para no tener que trabajar en empresas ajenas, sino que pueden crear una propia e impregnar en ella sus propios valores. Todo parte de una idea, una propuesta de un bien o servicio, una mejor solución para cubrir una necesidad. Los emprendedores le dan a la sociedad avances tecnológicos y mejores condiciones. Pareciera ser la profesión del siglo XXI. 

Lo importante es siempre estar consciente de los obstáculos que se presentarán y lo demandante que puede ser. Evitar romantizar el emprendimiento y crear un negocio para llenar un hueco en el mercado y no solo para ser su propio jefe, aunque es válido “si la idea no te apasiona, si no te motiva a despertarte todos los días y dar todo de ti, a dormirte a las 3 de la mañana, si no tienes el estómago para esto, entonces no emprendas”, dice Alejandro.

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