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El sueño olímpico permanece en espera

Por @felitos8 e @isidorobucay

Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 no se celebrarán hasta el 2021 debido a la pandemia del COVID-19 que ha azotado al mundo. Esta es la tercera vez en la historia que se han tenido que suspender los Juegos Olímpicos, la primera fue en 1916 por la Primera Guerra Mundial y las otras dos en 1940 y 1944 por la Segunda Guerra Mundial. Ya se habían vendido más de cuatro millones de boletos para las competencias. 

Los atletas clasificados a Tokio tendrán que esperar un año más para poder competir en la máxima justa del deporte y volver a empezar con su ciclo de preparación. A cuatro meses de la inauguración de los juegos, el Comité Olímpico dio a conocer la decisión de aplazar los Juegos. La nueva fecha sería el 23 de julio del 2021; y eso si se llevan a cabo ya que el directivo principal de los Juegos Olímpicos de Tokio, Toshiro Muto, aseguró que todavía no se puede garantizar que se realicen en el 2021, incluso con los dieciséis meses de demora. Comentó que si no se tiene la situación del COVID-19 controlada, se cancelará esta edición de los Juegos Olímpicos así como sucedió durante las Guerras Mundiales.

El entrenamiento de un atleta olímpico está planeado de forma que puedan ir subiendo su nivel progresivamente a través de un plan de trabajo y de competencias para llegar a su pico en las dos semanas que duran los Juegos Olímpicos.

Hace falta más que talento para poder participar en en la competencia. Desde pequeños los atletas van desarrollando habilidades. Sólo los más destacados son los que tienen mayores oportunidades en distintas competencias, clasificaciones y apoyos. 

Carlos Cisneros, director técnico del Comité Olímpico Mexicano, explica: “México tiene 120 millones de habitantes, de los cuales se calcula que solo 50 mil hacen deporte constantemente. De esos 50 mil, participan en olimpiada nacional 25 mil. De esos 25 mil, que hagan deporte de alto rendimiento se reduce a 400. De esos 400, solo llegan 100 a Juegos Olímpicos”.

Es así como empiezan las historias de dos mexicanos que competirán en Tokio: Juan Manuel Celaya, un joven de veintiún años que participará en clavados en la categoría de sincronizados en trampolín de tres metros, y Edson Ramírez con diecinueve años de edad, en la disciplina de tiro deportivo. Para ambos son sus primero Juegos Olímpicos y los dos comenzaron desde muy pequeños a practicar su deporte: Edson a los doce años y Juan Manuel a los siete. 

2021, ¿ventaja o desventaja?

Juan Manuel cree que sus aspiraciones por una medalla pueden mantenerse e incluso aumentar. Juan comenta que muchos entrenadores dicen que tanto él como Yahel Castillo, su pareja en sincronizados, aspiran a una medalla de bronce en un mal día.

Para Yahel, de treinta y dos años, Tokio será la competencia que marque su retiro profesional. La juventud de Juan Manuel es un buen complemento, pues llegará al 2021 con un año más de experiencia y preparación.

Celaya pensó que el aplazamiento por el Covid-19 sería de uno o dos meses y cuando el anuncio oficial dijo que no será sino hasta 2021 sintió la decepción, pues ya estaba muy cerca de alcanzar su mejor nivel de competencia. «Así como que ya tenían el sentir de  prácticamente estaba en el avión rumbo a Japón», dijo.

Edson Ramírez, tirador de rifle, comenta: “Era algo que se veía venir, la suspensión. Cuatro años de tu vida para que se cancele un evento tan importante en tu vida, te pega. Pero ya el saber que se pospusieron da más oportunidad de entrenar y prepararte mejor”. Es importante recalcar que Edson tiene apenas diecinueve años de edad y también lo ve como una ventaja. “Pues sí porque imagínate ser mis primeros Juegos Olímpicos y llegar sin ningún tipo de preparación internacional”, dice. 

Pero este no es el caso de todos los atletas. En gimnasia femenil sucede que la mayoría de las medallistas son muy jóvenes. Han pasado cuarenta y ocho años desde que una medallista de oro olímpica en all around femenil fuese mayor de diecinueve años. MyKayla Skinner, gimnasta estadounidense comentó en una entrevista telefónica al New York Times el primero de abril de 2020 en los Estados Unidos: “Me di cuenta que solo tenía cinco meses más para esforzarme para los Juegos Olímpicos y ahora esa línea de meta está muy lejana. Es tan devastador”.

Lo mismo sucede con Simone Biles, la cuatro veces medallista de oro en Río 2016, quien tendrá veinticuatro años para el 2021, por lo que será más difícil defender su título. “Mentalmente, no sé si puedo manejarlo. Va a ser difícil. Ya estaba batallando conmigo mentalmente sobre si podía hacerlo este año”, dijo Biles en una entrevista telefónica desde su casa para el programa Today Show.

Fuente: illusion turns

Otros deportistas de alto rendimiento también llegarán muy veteranos a Tokio 2021. Personalidades como Roger Federer, Tiger Woods, Asafa Powell, Alejandro Valverde, Justin Gatlin, Serena y Venus Williams. Todos con más de treinta y cinco años de edad y ya clasificados para los Juegos Olímpicos. Pero según Javier Arnaiz, Doctor en Ciencias del deporte por el INEF de Madrid, “los atletas veteranos no hay que tratar tanto el tema físico, no veo por qué no aguantar otro año. Es interesante, si ellos no se sienten preparados para seguir no tiene sentido trabajar la parte física. Hay que trabajar más el ámbito mental”, comentó para el periódico Reforma el 2 de abril

La empresa financiera SMBC Nikko Securities realizó un estudio en el que se estima que Japón dejaría de recibir 6 mil 500 millones de dólares, que dejarían los Juegos Olímpicos como derrama económica.

También se tenía un estimado de 80 mil voluntarios para la organización de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020 que fueron elegidos entre 200 mil aplicantes.

Comienzos de un atleta

Edson Ramírez, nacido en Tamaulipas, ganó dos medallas en los Juegos Panamericanos en Lima 2019. Ahora compite en Coahuila con beca de estudiante y está clasificado para Tokio en la disciplina de tiro deportivo. Pero no siempre fue tirador. “Yo hice muchos deportes, futbol, basquetbol, natación, atletismo, béisbol, Taekwondo, al final el tiro terminé ahí porque mis papás conocieron al entrenador. Y probándome en la cancha el entrenador vio que sí tenía cualidades y pues ya ahí me quedé”, comenta el tamaulipeco.

Fuente: Latin US

Edson comenta que no fue hasta el 2012, que descubrió el tiro. Antes quería ser beisbolista de las Grandes Ligas: “no le seguí por mi estatura. En el béisbol tienes que medir de 1.85 para arriba. En ese entonces era un niño muy chaparrito, 1.54 como mucho. Me iba a costar más que los demás, camino muy difícil en el que posiblemente yo no podía destacar”. 

Juan Manuel Celaya nació en la ciudad de Monterrey, Nuevo León y desde muy pequeño ha practicado deporte. Futbol americano, futbol y natación. Este último porque su madre quería que tanto él como su hermana menor aprendieran a nadar por supervivencia. Al poco tiempo de estar en la alberca, su hermana decidió inscribirse a clases de clavados y Juan siguió sus pasos. Con siete años de edad tenía mucha facilidad para realizar los ejercicios de sus entrenadores, así que la dificultad fue aumentando para hacer clavados con más vueltas y más exigencia.

A los nueve años ya tenía la ilusión y determinación de competir nacional e internacionalmente con el objetivo de participar en unos Juegos Olímpicos. Así que va a sus primeros nacionales, donde no le fue nada bien, ya que estaba vomitando por tanto nerviosismo momentos antes de participar.

Fuente: Marca

Al año siguiente, 2008, logró clasificarse a la Olimpiada Nacional en donde obtuvo tres medallas, dos de plata y una de bronce.

En 2009 comenzó el despegue de los demás competidores, siendo parte de la selección nacional infantil alcanzando tres medallas de oro en su primeros Juegos Panamericanos Junior en Canadá.

El deporte es de equipo

Los clavados suelen ser un deporte individual, excepto por la categoría de sincronizados, en donde Juan Manuel Celaya competirá junto a Yahel Castillo. Una mezcla de experiencia y juventud que promete hacer un buen papel en Tokio. Castillo participará por tercera ocasión en unos Juegos Olímpicos, por lo que Juan Manuel considera que debe ser como una esponja para absorber todos los consejos que recibe y ser mejor cada día. La diferencia de edades también puede llegar a ser un reto. Celaya puede llegar a sentir frustración en los entrenamientos, pues quiere seguir practicando, mientras que su compañero se fatiga más rápido. Aunque en entrevistas, Yahel dice que tanto él le enseña a Juan, como Juan le enseña a Yahel a tener esas ganas y a no rendirse.

Juan Manuel considera que el trabajo en equipo y la comunicación que tienen es fundamental para alcanzar el objetivo de medalla en todas las competencias. Ya que dentro de su disciplina no se puede tener un buen resultado si la coordinación de ambos clavadistas no es perfecta y cree que la buena relación que existe entre ellos es fundamental.

El caso de Edson contrasta, ya que prefiere practicar un deporte individual porque toda la responsabilidad recae en él durante la competencia. “El tiro es un deporte 100% individual, no existe un equipo como tal”, explica. “Se han ido implementado modalidades donde compites con una compañera”. En esa modalidad ganó medalla de bronce en Lima 2019. “Yo puedo hacer disparos muy altos y ella alguno que otro bajo y ahí es donde nos afecta a los dos en el ranking”. En el momento que te enfocas en el trabajo de tu compañera pierdes el enfoque”.

Edson Ramírez ve el tiro deportivo como un deporte totalmente mental, una disciplina en la que no importa el tamaño de tus músculos, tu altura o la elasticidad de tu cuerpo: “Una final la gana el que se equivoca menos”.

Eso no significa que sea un one man show como dicen en Estados Unidos, Edson también necesita de un equipo, pero que trabaja tras bambalinas, como son el preparador físico, entrenador y psicóloga: “Ellos se encargan de poner los entrenamientos necesarios, yo simplemente hago lo que me dicen”. Su psicóloga, Danira de los Santos, con quien ha trabajado desde hace cinco años ha sido, según Edson, una las claves para el éxito y para la clasificación a Tokio 2021.

Apoyo al deporte

El sueño olímpico no es tan fácil como suena. Aparte de tener el talento y la disciplina para entrenar todos los días, se necesita apoyo económico y no todos los atletas tienen los recursos para pagar por su equipo, traslados, uniformes y todo los gastos que conlleva ser un deportista de alto rendimiento.

Carlos Cisneros, director del Comité Olímpico Mexicano (COM) lo explica: “El COM desde mediados del 2019, no recibe apoyo gubernamental, y el privado es para cubrir necesidades de las instalaciones del CDOM (Centro Deportivo Olímpico Mexicano), como agua, luz, gas, insumos para el Comedor y el Servicio Médico, etcétera, no se da apoyo directo al deportista como si fuera beca, se da en los servicios que mencione antes”.

Cisneros comenta que la Directora de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), Ana Gabriela Guevara, les informó que había 50 millones de pesos para la delegación mexicana para Tokio 2020. La realidad es que ese recurso fue un convenio firmado por la CONADE y el COM. Sin embargo, Cisneros explicó que hay un inconveniente para recibir el dinero, pues el actual gobierno determinó que las asociaciones civiles no pueden recibir recursos federales. “Y el COM es Asociación Civil”, dijo.

Se hicieron solicitudes de información por medio del portal de transparencia del gobierno en el mes de febrero. Se solicitó conocer los presupuestos asignados por federación para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, así como los viáticos y gastos que tendría la delegación mexicana.

La respuesta a estas solicitudes fue que a la fecha de entrega, 10 de marzo del 2020, todavía no había un presupuesto asignado para la delegación que viajaría a Tokio este verano. De igual forma, aún no se conocía el dinero que sería asignado a cada federación para sus preparativos o apoyos a deportistas, entrenadores o gastos.

El Comité Olímpico Mexicano no se encarga del apoyo económico a los deportistas. El COM, como lo marca la Carta Olímpica, es la responsable del traslado de la Delegación Mexicana a la sede de los Juegos. También se encarga de los uniformes, acreditaciones, inscripciones, logística y todos los procesos para que la participación de atletas y cuerpos técnicos. En los Juegos Olímpicos no participan países per se, sino que participan Comités Olímpicos. En Río 2016, por ejemplo, se contó con la participación del Equipo Olímpico de Atletas Refugiados, deportistas sin representación de Comité Olímpico Nacional.

Aún no se han revelado los premios que se otorgarán la los atletas mexicanos que participen en Tokio, así como los incentivos para quienes alcancen medalla.

El empresario Jesús Martínez, presidente de Grupo Pachuca dio a conocer que entregará un auto a cada ganador de una presea dorada, 100 mil pesos por plata y 50 mil pesos por bronce. 

Las dirigencias mexicanas estiman que se pueden alcanzar 10 medallas en los siguientes Juegos Olímpicos y con el aplazamiento esperan que estas se mantengan y hasta se puedan superar. En Rió 2016 México ganó 5 medallas, 3 plata y 2 bronce. Fue la primera vez desde Atenas 2004 que el Comité Olímpico Mexicano no ganó un oro.

Ana Gabriela Guevara, directora de la Comisión Nacional del Deporte (CONADE) se expresó con respecto a la postergación de los juegos y convocó a los atletas a mantener la calma y a que mantengan la esperanza. “Finalmente ya sabemos hacia dónde vamos. Tomaremos la medidas y el acompañamiento de cada una de las disciplinas deportivas en lo que resta del año”, dijo en un video publicado el 25 de marzo en redes sociales por la instancia que preside.

Sacrificios

“Casi ni conocía a mis vecinos cuando vivía en Monterrey y ahora que estoy en Estados Unidos he sacrificado a mi familia porque vivo solo allá”, cuenta el clavadista Juan Manuel Celaya.

Él estudia ingeniería civil en la Universidad Estatal de Luisiana y ha tenido que aprender a valerse por sí mismo. La organización del tiempo es importante para él, pues tiene que dividir entre tareas y trabajos de la escuela con sus entrenamientos todos los días. Sus compañeros de cuarto salen mucho a fiestas, pero Juan tiene que aprovechar ese tiempo para descansar o hacer sus proyectos escolares. 

“A mis compañeros les digo que ellos se van a graduar un año antes que yo y me contestan ‘pues sí pero tú vas a ir a unos Juegos Olímpicos, nosotros qué’”, comenta Juan Manuel.

Edson Ramírez dice que no piensa en términos de sacrificios, pues sus padres le han enseñado a verlo como una inversión: “Muchos se van por el lado del estudio y está bien, es su decisión y se respeta. Pero en el deporte, si quieres ser alguien, alguien de verdad sí tienes que invertir y dejar de lado muchas cosas”. 

El tirador de diecinueve años, originario de Tamaulipas, vive y compite en el estado de Coahuila. “Me tocó dejar la escuela, mi familia y los amigos que tenía aquí”.

Fuente: GettyImages

Esta noticia pone en enorme incógnita, no solo a los atletas, sino a todas las personas involucradas en la celebración: patrocinadores, entrenadores, jueces, directivos, empresarios, personal que labora en los estadios, aficionados con boletos pagados, personal que labora en la villa olímpica y hasta los dueños de los hoteles y choferes en Japón. 

A finales de 2019, el comité organizador de los juegos había invertido 13 mil 954 millones de dólares y se estimaba que la cifra ascendiera hasta los 28 mil millones.

La organización se divide en 339 competiciones, las cuales se llevarían a cabo en 42 sedes. 24 de estas ya se tenían desde antes, 10 serán habilitadas temporalmente y ocho fueron construidas.

Dentro de este gasto se incluye la obra del Estadio Olímpico, con una inversión de mil 400 millones de dólares y donde se realizará la inauguración, eventos de atletismo y partidos de fútbol.

Así que a falta de un anuncio oficial en el que se determine la nueva fecha de los Juegos Olímpicos, los atletas tienen la esperanza de competir al más alto nivel y obtener una medalla para México en la justa olímpica de Tokio. La preparación comenzará de nuevo y será un año más de experiencia para estos jóvenes deportistas que quieren escribir su nombre en la historia del evento deportivo más antiguo del mundo.

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