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Endometriosis: el trastorno ginecológico que pocas mujeres conocen

La endometrosis es una enfermedad silenciosa, porque las mujeres que la padecen, en la mayoría de las ocasiones, no lo sabe.

Existe falta de información sobre la enfermedad

La endometriosis es una enfermedad difícil de diagnosticar y documentar ya que  muchas mujeres piensan que ciertos cólicos o síntomas son normales. No es un camino  sin obstáculos porque obtenerlo afecta la vida social, laboral o sexual de muchas  mujeres. Actualmente, hay más grupos de apoyo en las redes sociales como Endometriosis México vía Facebook y sitios web como endometriosis.org que se  especializan en informar sobre el tema.

Debido a la normalización del dolor que las  mujeres toleran (náuseas, fiebre, flujo abundante, dolor al tener relaciones sexuales),  cuando en efecto, es anormal, no consideran que tienen una enfermedad que puede  causar efectos de largo plazo como la infertilidad. En algunos casos, muchas mujeres  son diagnosticadas con endometriosis en las cirugías como cuando eliminan los  miomas o quistes.  

Según el World Endometriosis Society y el World Endometriosis Research Foundation,  la endometriosis afecta 1 en cada 10 mujeres entre edades 15 a 49. Aproximadamente  176 millones de mujeres en el mundo que lo pueden padecer. De acuerdo con otros  datos de la Secretaría de Salud, una de cada cinco mexicanas (20%) de entre 25 y 44  años padece de endometriosis. En tanto, la Asociación Endometriosis España señala  que a nivel mundial lo padecen entre 7% a 15% de las mujeres.  

La endometriosis  

Para iniciar, ¿qué es el endometrio? La mayoría de las mujeres no saben qué es. El  endometrio es una capa interna del útero. Es un tejido mucoso de vasos sanguíneos y  glándulas que se regeneran cada periodo menstrual (una duración de aproximadamente 28  días). Es importante notar que para cada mujer que  padece la enfermedad, es diferente la experiencia y cada cuerpo es distinto y reacciona  en diferentes maneras de la enfermedad.  

En una entrevista realizada con una ginecóloga, Dra. Zuheila Zúñiga de León, explica  que la endometriosis es la “…presencia de glándulas del endometrio funcionales fuera  de la cavidad uterina; normalmente estas células solamente se producen dentro del  útero, y ayudan a aumentar el endometrio y en sí provocar la menstruación.

Cuando  estas células se encuentran fuera del lugar normal, provocan la misma función, pero en  un lugar que no les corresponde dentro de todo el hueco pélvico, que puede ser en el  ovario, o dentro del abdomen. Se han visto casos hasta tejido endometrial hasta en  pulmón o cerebro en casos muy graves”, asegura Zúñiga de León. En términos  generales, el tejido que debería estar dentro de la matriz, crece fuera a otras partes del  cuerpo.  

Algunos síntomas son: dismenorrea (cólicos menstruales), dolor al tener relaciones  sexuales, sangre excesiva, sangrado intermenstrual (sangrado entre reglas),  infertilidad, diarrea y estreñimiento.

La Dra. Zúñiga de León afirma que según sus  casos, el dolor pélvico premenstrual, dolor pélvico que no tiene nada que ver con el  ciclo y la dismenorrea severa son los síntomas que sus pacientes más han tenido.  Agrega que las mujeres que llegan a su consultorio a la edad fértil, son por motivos de  “…infertilidad y el deseo de embarazo…” y “…en la adolescencia el 50% asiste a la  consulta por dismenorrea o dolor pélvico y en la consulta, el 34% es motivo de  infertilidad…”, menciona Zúñiga de León.  

En entrevista con la ginecóloga Adriana Gil Rodríguez, cuenta que la  endometriosis es una enfermedad común entre sus pacientes a diferencia de la Dra.  Zúñiga de León, en donde insiste lo contrario. Sin embargo, ambas están de acuerdo  que “…no es fácilmente diagnosticable…”, agrega Gil Rodríguez, 2020.

Dra. Gil Rodríguez  dice que es difícil porque a veces los síntomas son más evidentes para algunas  mujeres y para otras lo pueden padecer sin darse cuenta. Dra. Zuñiga insiste que es  más común tener una sospecha que un diagnóstico verificado debido a que al hacer un  diagnostico certero involucra estudios invasivos como la laparoscopia (una cirugía para  examinar el interior del abdomen) y una toma de biopsia (una muestra del tejido).  

Se puede intentar a mantener la enfermedad, ya que no tiene cura pero se puede dar  seguimiento. Esto depende mucho del nivel de dolor y la etapa que una mujer está  dentro de la endometriosis. La Dra. Zúñiga insiste que los tipos de tratamientos que hay  dependen de la edad de la paciente y su motivo. Hay para controlar el dolor, para reducir  el tamaño de las lesiones y tratamientos quirúrgicos. Ella considera que las más nobles son las pastillas hormonales y los más agresivos serían los tratamientos quirúrgicos.  Sería diferente el medicamento a una paciente adolescente que no tiene interés en  tener hijos a que otra paciente en la edad fértil que sí tiene la intención de tener hijos.  

Para dar seguimiento, los ultrasonidos pueden apoyar con el asunto. A pesar que un  ultrasonido pélvico no puede diagnosticar si una mujer tiene la enfermedad, puede  ayudar a ver si hay quistes, tumores, distorsiones de un ovario u otros tipos de  problemas en ese mismo área. Otra opción es el ultrasonido vaginal que puede  detectar quistes en los ovarios y ayuda ver el tamaño para vigilarlo. Otra es la  resonancia magnética: puede detectar lesiones graves en el endometrio. Hay una  prueba de sangre, el CA-125, que también puede demostrar que si se eleva muy alto  en los primeros días del ciclo, puede ser otro síntoma, afirma Zúñiga. 

Antes se pensaba que las operaciones (quitar el útero, quitar un ovario o ambos, las  trompas de Falopio, o todo completo) como la histerectomía, ooforectomía,  salpingo ooforectomía o la ovariectomía podía curar la endometriosis. Ambas  ginecólogas afirman que apoyan la idea del tratamiento quirúrgico para aliviar los  síntomas graves y tomar en cuenta las habilidades del cirujano porque sí han tenido  casos exitosos.

La Dra. Gil Rodríguez menciona que aunque puede ayudar, “…no erradica la situación por completo, eventualmente vuelve a crecer”. Ella recomienda a las mujeres que están pasando por esta situación, que vean a diferentes especialistas e incluso hacer una investigación propia de parte de la paciente ya que hay diferentes puntos de vista para que tengan su decisión propia. Ella  recomienda igual que parte de mejorar el estilo de vida con endometriosis es cambiar la dieta (elimina carne por las hormonas que le inyectan y lácteos para eliminar la  inflamación en el estómago).  

Punto de vista de una paciente con endometriosis  

Otra entrevista fue realizada con Elizabeth Rosales, fundadora de Endometriosis  México y paciente de endometriosis por más de 20 años. Fue diagnosticada de  endometriosis a los 24 años. Sin embargo, tuvo sus síntomas (fiebre, sangre excesiva,  inflamación en el estómago, diarrea, estreñimiento) desde su primera menstruación, a  los 11 años. Tuvo síntomas fuertes que duraban casi una semana que fue progresando  con el tiempo (el nivel de dolor) y afectó su vida social. No obstante, tolerar los dolores  porque “…siempre te dicen… va a ser normal que te va a doler cada mes… es normal,  cada mujer sufrimos cólicos…”, comenta Rosales.  

A los 24 años, le detectaron endometriosis en una operación para eliminar dos tumores.  Después de la cirugía, el doctor le aseguró que ya no tenía endometriosis. Unos meses  después, el dolor regresó. En un lapso de aproximadamente 5 años, vio a 10  ginecólogos. Rosales expresó que le aparecieron quistes y que ninguno de los  ginecólogos le explicaba qué estaba pasando ni información sobre los medicamentos  que ella intentó. Al final, Rosales contactó a una Asociación de Estados Unidos que se  especializa sobre la endometriosis y cuando preguntó por recomendaciones, le dieron  una lista de doctores de todo el mundo. Afortunadamente, encontró uno en su ciudad.  

Tuvo otra operación y cambió su dieta (menos carne, menos lácteos). Por el momento,  sigue con el tratamiento que el doctor le recomienda y le funciona.  Rosales expresó que se sintió etiquetada porque “estás sola… nadie te cree…” y ella  ha escuchado casos en donde muchas mujeres han sido burladas de otras  compañeras y compañeros, explica Rosales. Enfatiza mucho en los estigmas presentes  como las mujeres que quieren tener hijos pero al final no pueden.  

Ella insiste mucho no sólo en la empatía sino en la investigación propia (de parte de la  paciente) y juntarte con ginecólogos que tienen esa pasión para aprender sobre la  endometriosis.  

Es algo de dos  

Es importante aprender sobre el propio cuerpo y tener doctores confiables. También es  valioso tener más empatía porque para algunas personas, es absurdo sentirse mal  cuando una mujer está en su regla. No obstante, es una dolorosa realidad para otras.  Es fundamental seguir con la investigación de la endometriosis, no solo para las  ginecólogas y los ginecólogos, sino también de parte de las pacientes.  

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