“La verdad es que están bastante tranquilos allá [en Providencia], hasta ven mal que no los saludes de mano. Te dicen ‘ay no, aquí no llega eso del coronavirus; allá en la ciudad, ustedes sí, porque hay más gente… aquí está más disperso, eso no pasa’», dice Nadia, “en general hay incredulidad, muchos están así como si nada.”
Nadia Rodríguez y su esposo son agricultores de la comunidad de Providencia, en el municipio de San José del Rincón, en el Estado de México. Cada mañana se alistan a las 6 am para llegar al campo con sus compañeros y comenzar a trabajar.

“Nosotros hemos trabajado la tierra desde muy chavitos. La verdad uno le agarra cariño al trabajo en el campo, es una labor muy bonita”, menciona Nadia por teléfono, mientras deja escapar una pequeña risilla.
La comunidad de Providencia tiene alrededor de mil 034 habitantes, la mayoría de ellos agricultores. Según cuenta Nadia, a pesar de que las campañas de prevención no han parado de repetirse en los televisores, periódicos y radio del municipio, no muchos creen que el coronavirus sea una realidad.
A finales de febrero, México comenzó a reportar los primeros casos de covid-19 en el territorio. Y el 23 de marzo, el gobierno federal, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, anunció la implementación de la Jornada Nacional de Sana Distancia para intentar frenar el número de contagios.

La promesa era que si todos acatábamos las medidas preventivas dictadas por la Secretaría de Salud, la vida retomaría su curso el 30 de abril. Sin embargo, no fueron muchos los que tomaron en serio la emergencia sanitaria y, ahora, de acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con corte al 13 de agosto, se reportan más de 492 mil contagios y alrededor de 53 mil fallecidos por covid-19 en el país.
“Les comentamos tal cual que la desinformación existe en todos lados. Que esto no es un invento, que es algo real, pero la gente no se va a convencer tan fácil. Esto se viene arrastrando desde años atrás, la gente no se cuida para otras enfermedades crónico degenerativas como la diabetes o la hipertensión. Entonces si la gente no se cuida con estas enfermedades que han estado durante años en el país, ni se diga con una enfermedad emergente como el covid-19”, menciona el Dr. Hugo Díaz Ramírez, médico residente de medicina interna en el Hospital General de Toluca.
Uno de los problemas más grandes en el país es la consistente indiferencia hacia las instrucciones médicas, así como la desinformación sobre el cuidado de la salud.
“A todo paciente se le explica que hay que tener cuidado con su alimentación, sus medicamentos, etc. Pero es una práctica común en México ignorar estas instrucciones. Muchos toman cualquier alternativa a las terapéuticas médicas que están comprobadas que funcionan, van a hacer lo que quieren. Toman té de moringa en vez de sus medicinas. Desafortunadamente en México la gente prefiere creer lo que dicen otros en vez de escuchar al médico”, concluyó el Dr. Díaz.