Iker Jáuregui
MINSK, Bielorrusia.- Miles de ciudadanos han salido a protestar a las calles de Minsk, capital de Bielorrusia, en lo que la líder de la oposición Svetlana Tijanóvskaya ha definido como una “revolución pacífica”, por el supuesto fraude electoral.
Las protestas exigen la renuncia de Alexander Lukashenko quien, tras las elecciones celebradas el 9 agosto, extendió su mandato 26 años después de haber llegado al poder.
La inconformidad de los ciudadanos ante las cifras oficiales, que declararon la victoria de Lukashenko con un 80% de los votos a su favor después de los comicios, desató la ola de protestas que continúa a pesar de que las autoridades han respondido con represión, incluso arrestando a unas 7 mil personas durante uno de los días de manifestaciones.
Tijanóvskaya, la principal rival del líder de 65 años durante las pasadas elecciones, ha alertado sobre la situación a los miembros del Consejo Europeo. Los 26 países que lo conforman han rechazado el proceso electoral en Bielorrusia, declarando al actual gobierno de Lukashenko como ilegítimo ante los ojos de la Unión Europea y anunciando la imposición de sanciones financieras contra las autoridades bielorrusas.
Tras el anuncio, Lukashenko y el Ministerio de Defensa bielorruso han declarado que buscarán ponerle un alto a las protestas. Después de dos semanas y media de manifestaciones dará inicio la tercera etapa de la inspección integral de las Fuerzas Armadas, que incluye poner en alerta máxima a parte de las fuerzas militares y convocar a reservistas. Además de maniobras militares tácticas en las regiones fronterizas del país, para contrarrestar el supuesto desplazamiento de las tropas de la OTAN a los territorios de Polonia y Lituania.
Con información AP