[Hacer drag es hacer contracultura. Es un medio de expresión artística en el que convergen el cuerpo, el género y la fluidez de dialogar con uno mismo a través de actuar para los demás. Olo King nos comparte su experiencia como bioking, una tendencia alternativa en la escena drag mexicana, que pretende retar los límites del género y de la expresión performática más underground].
Andrea Fischer: Ahora sí, cuéntanos: ¿quién es, de dónde viene, a qué se dedica, qué hace Olo King?
Olo King: Yo siempre digo que es la extensión de una personalidad. Es como un escape a esta realidad. Siempre me he considerado una persona muy artística, que va al lado donde el arte no es conocido. Más bien, que no es tan comercial. Es toda esta cuestión que tenía escondida, que no sabía cómo expresar. Pero gracias a Olo King supe cómo expresarla.
AF: Claro. Y, a ver, ¿cómo te iniciaste en el drag? ¿cuánto tiempo llevas haciéndolo? ¿cómo fue tu inserción en este mundo, en esta subcultura?
OK: Me acuerdo que cuando tenía diez años, en VH1 estaba RuPaul’s Drag Race, que apenas iba como en la Temporada 2. Siempre fui fan número uno. Un día, un compañero de la universidad me dijo: ‘voy a concursar en esta plataforma que se llama Travestía’.
Y me invitó.
De ahí conocí el término bioking: un hombre que se identifica como hombre en su personaje, y hace drag de hombre. Bio, de biológico; y king, de rey. Yo siempre he dicho que Olo King es un clubkid que te pudiste haber encontrado en los ochentas. Y justamente es lo que trato de hacer. Ya voy a cumplir, este mes, un año.

AF: En realidad, es algo reciente que haces con cierta periodicidad, ¿no?
OK: Yo digo que todo el mundo hace drag, porque siempre tomas personajes y situaciones.
Te vistes diferente manera para ir a una entrevista de trabajo, para casarte, para Halloween —para lo que tú quieras. Nada más que hay personas que no lo catalogan como si lo estuvieran haciendo. Aquí, lo que haces es reconocer que haces drag.
AF: En este sentido, ¿cómo definirías tu drag? ¿por qué optaste por esta estética de terror?
OK: Se puede dividir en dos: en lo bonito y medio creepy; o en lo asqueroso y creepy. Olo King es este monstruo que te encontrabas en tus sueños de niño, pero a lo mejor se volvía tu amigo imaginario. Y te dabas cuenta de que un monstruito que en realidad no te hacía daño.
AF: Creo que es un poco el punto del drag en general, ¿no? Despertar en la gente este mensaje de amor a partir de lo extraño y de lo que te saca de tu zona de confort. Entonces, ¿cómo describirías la escena drag mexicana?
OK: Llega a Mexico hace seis años. La Ciudad de México es el día de hoy donde hay más drag alternativo. Hay más libertad. En Monterrey son súper, súper, súper buenos. Tú pon a una drag en Monterrey conmigo y me cago de miedo. Guadalajara impone mucha moda. Son como más fashionistas. Así veo al drag mexicano: lo veo con un signo de interrogación, porque realmente no podría decir si vamos para muchísimo más tiempo o si falta muy poco.

AF: Pero bueno, para la gente que no conoce, ¿cómo definirías tú una familia drag?, ¿perteneces a alguna?
OK: Formo parte de la familia Black and White, que ahí está Pixie Pixie, está Papercut, está Vermelha Noir. Mi mamá drag es Electra Walpurgis. Hay muchas personalidades muy importantes en la escena drag de México. Somos nueve personas, pero híjole, los quiero muchísimo cada uno de ellos. Y es muy importante, porque creo que la familia drag te impulsada a crecer y a poner retos. Tienes que estar a su nivel. O sea, te vieron con ojos de que te tienes algo —te dijeron como, yo creo en ti.
Y creo que es lo importante: tanto como persona, como un drag, tienes que ser auténtico en tu personalidad. Que te valga, literal, madres lo que los demás piensan de ti. Tú te tienes que expresar como tú quieras.
Que no te cuente nadie. Vívelo tú. Para que tú puedas tener tu propio criterio. Si tienes mucho interés en el drag, hazlo. Es para todos: hay personas que hacen drag siendo heterosexuales, bisexuales. Tienes que hacerlo tú para que tú mismo vivas tus propias experiencias.

AF: Totalmente. No nada más es crear al personaje, sino estar en el personaje.
OK: Son como tres, cuatro horas de que te preparas antes. Hay veces que días. Porque si creaste outfits y otras cosas, pasan muchísimos días. Y deja tú eso: son siete, ocho horas las que estás en drag. Somos unas artistas. No manches.
Es súper cansado. Y más si llevas plataformas, más si llevas faja, más si llevas peluca. Es muy, muy, muy desgastante, la verdad. Pero es muy padre, te crea esta cuestión liberada. Como ve que te vale madres todo, la neta. Y así tiene que ser: te tiene que valer madre.