A raíz del feminicidio de Bianca, alias “Alexis”, la indignación de Quintana Roo se encendió. Una protesta de un grupo de mujeres inundó las calles de Cancún, ciudad en la que se encontraron los restos de la víctima en una bolsa de plástico.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Quintana Roo (CEDHQROO) registró 10 personas atendidas de emergencia a consecuencia de las agresiones por parte del cuerpo policial. Entre ellas, dos periodistas con heridas de bala y ocho manifestantes, de las cuales, siete eran mujeres. Algunas de las detenidas denunciaron abuso sexual por parte de los policías agresores.
Como respuesta a la violencia policial, la CEDHQROO presentó una denuncia penal por lesiones y tentativa de homicidio, en agravio de manifestantes y periodistas durante la manifestación. El presidente de CEDHQROO, Marco Antonio Toh Euán, destacó lo siguiente en entrevista para El Universal: “también destacan heridas provocadas por macanazos, empujones, hematomas, cortaduras, que requirieron de sutura en la cabeza de algunas personas y en otras partes del cuerpo».
¿Qué sucedió tras la protesta?
A pesar de que el escándalo de la brutalidad policiaca durante la manifestación tuvo amplia cobertura mediática, es cierto que acarrea una problemática más profunda, que viene de tiempo atrás. El presupuesto de Egresos de 2021 no incluirá los apoyos al FORTASEG: el programa de Fortalecimiento para la Seguridad. Esto pone en peligro a la capacitación y equipamiento de los policías municipales, ya que este subsidio estaba destinado a su profesionalización.
Varios mandatarios fueron destituidos de su cargo por Mara Lezama Espinosa, la presidenta municipal de Benito Juárez, a raíz del conflicto. El primero fue el director de la corporación municipal. Esa misma noche, el titular de la SSP estatal fue despedido también.
La violencia de género ya es un problema en Quintana Roo
Tanto el asesinato de Bianca «Alexis», como la represión de la protesta, no son hechos aislados. Una integrante de la red feminista «Furias Violetas» dio declaraciones para Entre Ladrillos acerca de la falla de la policía local: «porque no saben cómo seguir un protocolo para tomar la denuncia sin revictimizar, porque es el problema principal por el que las mujeres no denuncian ningún tipo de agresión. O incluso después de llegar ahí y dar su testimonio, se retrata al ser duramente criticadas por cualquier cosa que no tienen nada que ver con la agresión. Y otra cosa muy importante es que no se le da seguimiento oportuno, y denuncian hoy, que les atienden la denuncia cinco o seis meses después. Aquí tampoco, bueno, también carecen de perspectiva de género las mujeres que trabajan en la Fiscalía y se encargan de hacer todos los peritajes. Esta es violencia institucional en las mujeres que denuncian. Asimismo, hacen falta muchos refugios o espacios para que las mujeres puedan escapar de la violencia de su agresor».