Aviso parental: contenido explícito
La representación femenina en los medios de comunicación es cada vez mayor; sin embargo, la mayoría de este contenido se encuentra cargado de connotación sexual.
Como sociedad, hemos normalizado la hipersexualización de la mujer en los medios. El cuerpo femenino no es sujeto del placer, sino objeto de este y centro de consumo.
La tendencia a sexualizar la imagen de las mujeres de manera pública dicta socialmente la manera correcta e incorrecta de ejercer la feminidad. Moldea nuestras percepciones individuales y colectivas mientras se disfraza de oportunidad para visibilización. De igual forma, limita la sexualidad de las mujeres al servicio del deseo masculino y crea estándares de belleza poco incluyentes e inalcanzables.
Esto altera el trato que las mujeres reciben de manera externa hacia sus cuerpos, así como la convivencia personal que generan con su propia imagen. Mientras el espacio público continúe utilizando la intimidad de las mujeres como objeto de consumo, ellas seguirán contando con un espacio privado controlado para ejercer su sexualidad.
