Medio Ambiente

Las secuelas ambientales del fútbol en la CDMX

Un reportaje de: Ricardo Albarrán, Claudio García y Patricio Salom. 

Cuando el árbitro pita el final de un partido de fútbol, pasan muchas cosas. Los jugadores dejan la cancha, van al vestidor, dan entrevistas y se suben al camión de su equipo. Los aficionados simplemente salen de las gradas y se van a casa. Sin embargo, hay algo que se queda ahí. Miles de vasos de plástico que se quedaron en el piso y en las butacas del estadio. ¿Qué pasa con estos residuos que se producen en cada evento deportivo?

En México es prácticamente imposible pensar en asistir a un evento deportivo sin consumir una cerveza. Hay una gran oferta de este tipo de bebidas. Desde anuncios en las inmediaciones del estadio, hasta los gritos de “¡chelas!”, por parte de los vendedores. Es el producto más vendido dentro de un estadio de fútbol. Las cerveceras más importantes dentro del ámbito deportivo son: Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma y Grupo Modelo. 

El negocio cervecero en los estadios en México dejó alrededor de $414 millones de pesos semestrales durante la primera mitad de 2017, según los cálculos de El Economista. La pandemia ha complicado la actualización de esta cifra. Esto se traduce en 6.9 millones de vasos de cerveza anuales en estadios. El resultado son miles de vasos de plástico que se producen en cada partido. Si bien las cifras han ido cambiando en los últimos 5 años desde este cálculo, hay varios factores que intervienen. Uno de ellos fue la pandemia.

Como ejemplo, está el Estadio Azteca. Antes del 2020, el tipo de materiales que se utilizaban para hacer los vasos era papel y cartón. La idea de usar estos materiales era reducir la cantidad de residuos sólidos después de los partidos. Entre 2015 y 2018 esta medida logró reducir a más de la mitad la cantidad de los desechos producidos en el inmueble ubicado en la alcaldía Coyoacán, al sur de la ciudad. Posteriormente vino la pandemia, lo que provocó que este estadio no recibiera aficionados por prácticamente un año. 

A partir del reinicio de actividades en los estadios de la CDMX en marzo de 2021, el número de residuos generados en eventos deportivos ha subido. A pesar de esto, no se tiene un número exacto después de 2020. Para la investigación se tomaron como ejemplo los 2 estadios más importantes de la capital mexicana: Estadio Azteca y el Estadio Olímpico Universitario. Si bien los 2 inmuebles están ubicados en la alcaldía Coyoacán, la manera en la que se manejan los residuos es muy distinta. 

Claudio García

Estadio Olímpico de CU

El caso del Estadio Olímpico Universitario es poco común porque tiene 2 particularidades: es patrimonio cultural de la humanidad y se encuentra dentro de Ciudad Universitaria. Aquí hay una distinción muy importante. A diferencia de otros inmuebles deportivos, este estadio es operado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Debido a esto, la decisión que se tomó a nivel institucional, fue que no era absolutamente necesario que tenga un plan de manejo de residuos exclusivo. Este estadio tiene una capacidad de 58,445 aficionados por partido. 

Respecto a este tema, Luis Gutiérrez, Subdirector de Proyectos para Comunidades Seguras y Sustentables de la UNAM explicó cómo es que se manejan los residuos que se generan en el estadio: “Es un trabajo enorme, se generan residuos y una enorme cantidad incluso fuera del estadio; es decir, antes del partido las personas llevan cosas que beber, cosas que comer, se estacionan, van llegando en el transporte público, se reúnen alrededor del estadio, esperan que alguien más llegue y hay comercios que venden comida, venden refrescos, aguas, etc.” 

Uno de los puntos que muchas veces no se toman en cuenta cuando se habla de la basura en los estadios, es lo que se genera alrededor de este. Previo a los partidos, cientos de aficionados se reúnen a comer y beber en el estacionamiento del estadio. Todo eso genera basura que de igual forma debe ser recolectada por el personal de la UNAM. 

Después de que terminan los partidos, se puede observar a gente recogiendo basura en los alrededores del estadio. El objetivo de estas personas es recolectar la mayor cantidad posible de residuos para intentar recibir un pago al vender estos desechos a centros de reciclaje. Y dentro del estadio, la recolección de la basura comienza en la madrugada siguiente al día que fue el partido. 

Al no existir un plan de residuos específico para el estadio, no se puede saber la cifra exacta de residuos. Sin embargo, Gutiérrez, quien también es coordinador de Eco Puma, que es una estrategia de sustentabilidad lanzada por la propia universidad, reveló que se producen aproximadamente 1.3 toneladas de residuos en cada partido fuera del estadio. Dentro del inmueble podrían llegar a ser hasta 4 toneladas cada partido. Sólo para darnos una idea, según un informe de la Secretaría del Medio Ambiente, en la CDMX se producen 12,920 toneladas de basura al día. Lo que hace el estadio es el 0.03% de lo que se produce diariamente en la ciudad. Según Animal Político, se podría llenar el Estadio Azteca todos los días con los residuos de la CDMX. 

En los partidos en la UNAM se generan principalmente 4 tipos de residuos: papel, vidrio, latas de aluminio. De esto, es un porcentaje muy pequeño lo que puede ser reciclado, además de que el aumento del uso de plástico dificulta el trabajo: “Antes generábamos 38% de vidrio, de pet 10%, más o menos, y de papel como 17% pues era básicamente papel encerado de vasos encerados, pero ya no se vende ese producto, ahora hay un vaso de un acrílico, entonces hay que actualizarlo todo esencialmente”, fue la explicación por parte del coordinador de Eco Puma.

Una vez que son recolectados los residuos que pueden reciclarse, una empresa privada le paga al Departamento de Sustentabilidad de la UNAM por recuperarla, según Luis Gutiérrez: “…hay un contrato que administra la Dirección General de Obras y son ellos quienes recuperan los reciclables. A través de un privado que se lo lleva a incorporar a las cadenas de reciclaje y al Gobierno de la ciudad; al Gobierno de la ciudad le entregamos la fracción Orgánica y le entregamos la fracción de inorgánica no reciclable y eso incluye tanto lo que pasa en las actividades de las entidades académicas del campus, como lo que pasa en el estadio”. 

El manejo del Estadio Olímpico de CU es por parte de la UNAM, pero el equipo Pumas como tal, no es parte de la Universidad. Como tal, no hay información exacta acerca de si el costo del uso del estadio incluye una tarifa por el manejo de los residuos en los eventos que se realicen ahí. En agosto de 2020, se llevó a cabo el inicio del torneo “Guardianes 2020” . En esas fechas el Estadio Azteca estaba siendo remodelado, por lo que Cruz Azul y América tuvieron que jugar como locales en el Estadio Olímpico. 

De acuerdo a los contratos obtenidos a través del Portal de Transparencia de la UNAM, el Club América pagó $652,426 pesos para poder disputar 2 partidos en ese estadio. Esto era para cubrir los gastos del personal de protección civil y cuestiones de seguridad del estadio. Sin embargo, este partido se llevó a cabo a puerta cerrada por las restricciones por el Covid-19 que había en ese momento. Esto supone que la cifra actual no se acerca a lo que realmente costaría tener un partido con público. 

Además del esfuerzo que se hace por intentar reducir los residuos que se producen en cada partido, ha habido campañas dentro de la UNAM para que los asistentes al estadio también se involucren en estas acciones. A pesar de esto, para Luis Gutiérrez, la responsabilidad debe de ser mayor por parte del estadio al momento de incentivar este comportamiento en los aficionados: “en el tema de los residuos, la solución a la gestión de los residuos es una tarea colectiva, tiene que participar la persona que genera los residuos.”

Además de esto, Gutiérrez también apuntó que se deben de tomar una serie de medidas para facilitar la tarea de la recolección de los desechos; “…tiene que haber contenedores para poder diferenciar lo que se puede reciclar, de lo que no esté dentro de sus contenedores, luego quien gestiona los contenedores tiene que este recogerlos separadamente y mantenerlos separados para entregarlos a distintas salidas, este en la en la cadena de gestión”. 

Claudio García

Estadio Azteca 

El también llamado “Coloso de Santa Úrsula” es uno de los inmuebles icónicos de la Ciudad de México. Además de eso, es un lugar donde continuamente hay eventos tanto culturales, como deportivos. El aforo de este lugar es de 81,070 personas por partido. Sin embargo, es complejo poder obtener datos de la cantidad de basura que produce actualmente este inmueble. 

El Estadio Azteca es propiedad de Grupo Televisa y es administrado por una empresa llamada “Futbol del Distrito Federal”. A diferencia del Estadio Olímpico de CU, el Azteca sí cuenta con un plan de manejo de residuos específico. Este está vigente desde el año 2019. En este documento, se especifica cómo y quién debe manejar los residuos que se producen en este estadio. 

Además de esto, también hay cifras de cómo se redujeron los residuos en el inmueble de 2015 a 2018. En el 2015, se producían alrededor de 3,447 toneladas de basura anuales en el estadio. Para el 2018, la cifra ya había bajado a 1,200. Después del 2018, no ha habido actualizaciones de esas cifras. Sumado a lo anterior, tampoco se especifica si las cantidades sólo incluyen los residuos que se producen dentro del estadio. En el Estadio Azteca hay ambulantaje dentro del estacionamiento, el cual es propiedad del propio inmueble. 

Y de nuevo hay que considerar un factor importante, la pandemia. Dentro del Estadio Azteca también hubo un cambio de vasos de papel encerado a vasos de acrílico (plástico) después de la pandemia, no sólo en el Azteca, también en el Universitario. Esto no sólo produce más volumen de residuos, sino que también dificulta su reciclaje. 

La decisión de cambiar de este tipo de material no tiene ningún argumento basado en la facilidad de la transmisión del virus de un material, o del otro. Según los datos de Eco Puma, el papel es una mejor opción de material para los vasos en los estadios. Sólo 5% del plástico puede reciclarse, mientras que con el papel, esta cifra sube hasta el 17%. 

Patricio Salom

En el interior del plan de manejo de residuos, hay un punto fundamental que tiene que ver con lo anterior. Una de las estrategias para disminuir la cantidad de basura generada es la reducción desde su generación. A pesar de esto, se aumentó el uso de plástico dentro del estadio. Esto deja entrever que el Plan de Manejo de Residuos es más una guía de recomendaciones, que algo que se acate al pie de la letra. El plan está respaldado por la Ley General para la Prevención y Manejo de los Residuos, que entró en vigor en 2015. 

Dentro de este documento, se incluyen 2 empresas: Ecolomovil SA de CV, y Confinamiento y Destrucciones Tepotzotlán S.A de C.V. La primera empresa se encarga de llevarse los residuos generados y previamente recolectados por personal del Estadio Azteca. Posteriormente, se llevan al relleno sanitario ubicado en Tepotzotlán, ubicado en el Estado de México. 

Si bien el Estadio Azteca tiene un plan para separar residuos, al momento del transporte, la empresa Ecolomovil no tiene la obligación de separar la basura que recoge en el inmueble ubicado en Coyoacán. El personal del Estadio Azteca separa los materiales que pueden llegar a ser reciclados, como el PET y se los entrega al Centro de Reciclaje llamado “Reciclemos juntos”, que se encuentra en la alcaldía Cuauhtémoc. 

En el caso del relleno sanitario Confinamiento y Destrucciones Tepotzotlán, fue en el 2017 cuando se autorizó que se pudieran tirar ahí los residuos del Estadio Azteca. Si bien el nombre de esta empresa aparece en el Plan de Manejo de Residuos del estadio, el contrato es entre Ecolomovil y el tiradero. Este lugar fue clausurado en el 2016. La razón fue que no se cumplían con diversas disposiciones ambientales. 

Las autoridades municipales de Tepotzotlán informaron que en ese momento, la empresa que manejaba el tiradero no contaba con los permisos necesarios, además de que depositó gran cantidad de los residuos en un arroyo que se ubicaba al norte del lugar. 

Mex Sport

¿Hay una solución para este problema?

La complejidad del tema es la cantidad de factores que influyen en él. No solamente es que el aficionado ponga la basura en el lugar que corresponde, sino la propia generación de residuos que deja el fútbol profesional en México. Específicamente en la Ciudad de México, se disminuyó la cantidad de basura, pero las cifras siguen siendo poco claras, al igual que los protocolos que se siguen. 

La Secretaría del Medio Ambiente aclaró que no existía un Plan de Manejo de Residuos previo al 2019, mediante una solicitud de información. A pesar de esto, el Estadio Azteca dio a conocer que habían rebajado la cantidad de residuos que producían anualmente casi a la mitad entre 2015 y 2018. En el caso del Estadio Olímpico de CU, no hay cifras oficiales, pero ciertas entidades como Eco Puma tienen cálculos aproximados de 5.3 toneladas de basura por encuentro. 

Regresar a utilizar vasos de papel encerado en lugar de plástico podría ser un buen inicio para reducir el impacto ecológico que tiene el fútbol en la capital del país. Además, esto es absolutamente responsabilidad de las entidades que son dueñas de los estadios. Las cerveceras no son las encargadas de poner los vasos en los que se sirve su producto, sólo distribuyen el líquido y lo entregan en los estadios. Esto al menos en el caso de Grupo Modelo. 

A pesar de ciertas iniciativas de la Liga Mx como “Limpiemos nuestro México”, aún no se implementan las suficientes medidas para reducir lo menos posible el impacto ecológico del fútbol. En la CDMX, ni el Azteca, ni el Olímpico cuentan certificación de la Procuraduría Federal de Auditoría Ambiental (PROFEPA). De hecho, el único estadio en México que cuenta con esa certificación, es el BBVA, que está ubicado en Monterrey. A pesar de lo anterior, no se ha impuesto ninguna denuncia ante la PROFEPA en ninguno de los estadios capitalinos. 

Esta certificación se obtiene gracias a una auditoría de forma voluntaria y consiste en garantizar que una empresa supera de forma superior a lo que exige la ley en materia ambiental. Algunos de los parámetros que se revisan para otorgar la certificación son: Emisiones a la atmósfera, descargas de aguas residuales, manejo de residuos peligrosos, contaminación de suelo y subsuelo. A pesar de obtener esta certificación, la PROFEPA no ofrece beneficios adicionales a las empresas que son sometidas a esta auditoría. A pesar de esta certificación, también se acusó que en la construcción de ese estadio se talaron miles de árboles en el parque La Pastora, que está en un terreno adyacente al inmueble. 

Si bien los estadios de fútbol no están dentro de los principales contribuyentes a toda la basura que se genera en la Ciudad de México, las acciones que se toman respecto a esto no son suficientes. En el caso del Estadio Azteca y del Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, son entidades que individualmente generan más de 1,000 toneladas de basura al año. 

Claudio García
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