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Laura Herrera, a tan solo sus 15 años logró debutar en la liga MX femenil. Hasta la fecha, a casi cuatro años de su debut, Laurita ha aprendido a conllevar los retos de una jugadora profesional de futbol en México y estudiante.
Debutar como jugadora profesional en México era algo casi imposible hasta 2016. No había equipos que se pudieran considerar como de primera división o profesionales, porque solo estaban las canteras o la selección mexicana. Para las jugadoras que soñaban con ser profesionales, era una meta que se veía cómo lejana o incluso, para algunas, imposible.
Los fines de semana le gusta salir con sus amigas a platicar, ver series y simplemente recostarse en su cama. Entre semana, ha encontrado el balance perfecto para entrenar cuatro horas al día durante toda la semana, y aparte, irse a estudiar una licenciatura.
Laura dice que la única universidad que le ha permitido estudiar y jugar profesionalmente es el Anáhuac Norte. Fue un problema para ella encontrar un espacio que le permitiera ser atleta de alto rendimiento, y aparte, una estudiante “normal”.
En algunas ocasiones, Lau siente que le gana la mente. Cuando se lesionó el ligamento de la rodilla y estuvo fuera de las cancha un año, fue el punto más bajo para ella.
Sin embargo, ahora, que se ha recuperado, sigue con su sueño. No le importan las aficiones brutas o la brecha salarial. Ella, simplemente disfruta de liberarse de la vida jugando futbol y abrazando a sus fans cuando sale cada sábado del estadio universitario.
Al final, los retos de una jugadora profesional de futbol en México, para Laura, la han ayudado a entender que la historia del futbol femenil solo crece.
“Los hombres jugadores ya escribieron su historia, y ahora, nosotras estamos escribiendo la nuestra”, mencionó Laurita con un tono de voz entrecortada.
