En México, las autoridades sanitarias han identificado dos tipos de consumidores de fentanilo: los que usan drogas inyectables como heroína, cristal y cocaína, y eventualmente pasaron a consumirlo, y aquellos usuarios que un día tomaron una dosis de LSD, éxtasis u otra droga, perdieron el conocimiento y acabaron despertando en la sala de emergencias de algún hospital tras haber sufrido una sobredosis accidental porque la droga que se metieron incluía, sin que ellos lo supieran, un poco de fentanilo. Claro, si tuvieron la suerte de despertar.

La postura del gobierno mexicano ante el fentanilo es rígida, ya que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que los grupos criminales de México no sintetizan este opiáceo sintético. Durante los últimos meses, Estados Unidos y México han intercambiado acusaciones, por lo que la discusión llevó a López Obrador a afirmar que el opioide sintético se produce en China.
El senador estadounidense Lindsey Graham catalogó al país como un “narcoestado” y a los cárteles como “terroristas”. Por su parte, China aseguró que EU debe afrontar sus propios problemas y reiteró su apoyo a México respondiendo a una carta enviada a su gobierno por parte de López Obrador. Esta controversia se agudizó durante la conferencia de prensa en la mañana del 5 de mayo, cuando AMLO informó que en el puerto Lázaro Cárdenas, Michoacán, se detectó un contenedor con fentanilo y metanfetaminas, por lo que informará de ello al gobierno de Xi Jinping y le pedirá de nuevo cooperación en este tema.

Foto: Infobae
Mientras las autoridades mexicanas prácticamente informan todos los días sobre decomisos de fentanilo -los boletines reportan toneladas y millones de pastillas destruidas-, o el desmantelamiento de mega laboratorios clandestinos donde se procesa esta droga, las cifras en materia de salud son escasas. La falta de sistematización de cifras oficiales en cuanto a las muertes por fentanilo en México dificulta saber dónde estamos parados y a dónde vamos.
El creciente suministro de drogas en el que los consumidores desconocen la presencia de fentanilo implica la peor crisis de sobredosis vista hasta la fecha. Según el investigador de la Universidad de Victoria, Jaime Arredo, asegura que a partir de 2015 el número de muertes anuales directamente atribuídas al uso de opiáceos sobrepasó las fatalidades del VIH-Sida, los accidentes automovilísticos, las armas de fuego y la guerra de Vietnam. Mientras que las estimaciones de Estados Unidos indican que mueren 200 personas al día por consumir esta droga, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell, admitió en la conferencia de la mañana del 11 de abril que puede haber un subregistro de muertes por opioides en México.
“No queremos que a México le ocurra lo que a Estados Unidos. Nosotros hemos asumido que podría haber cierto subregistro en las cifras mexicanas y estamos trabajando por hacerlas más exactas pero aún cuando fuera diez veces más a 100 veces más el subregistro que tenemos en México, no se compara”.
Actualmente las grandes organizaciones narcotraficantes se enfocan cada vez más en las nuevas tendencias del mercado: la producción y distribución de drogas sintéticas. Estas no necesitan de un clima o terreno específico para su producción, sino de laboratorios caseros. Esta dinámica es parte de la evolución de la legalización de la marihuana en muchos estados de EU provocando que la demanda de marihuana mexicana cayera considerablemente.
Insight Crime reportó que el cambio de los grupos criminales mexicanos a la producción y exportación de drogas sintéticas parece haber compensado la pérdida de ingresos. Si bien la mayoría de estas terminan en el vecino del norte, México comienza a sufrir potencialmente este problema de salud pública.
En Tijuana, Baja California, una de las ciudades fronterizas más complejas con problemas de trata, adicciones, migración y más, el fentanilo comenzó a verse y sentirse en los últimos años. En el Centro de Integración Juvenil Tijuana Soler, el personal médico y de atención observó que los pacientes que llegaban solían reportar que les vendían otra sustancia en lugar de heroína blanca o china white. Así identificaron que en el mercado de narcomenudeo había fentanilo.
Aunque no hay un reporte oficial de muertes en México por fentanilo, la Fiscalía de Baja California reporta 167 muertes violentas con resultados toxicológicos positivos a fentanilo en el periodo del 4 de marzo de 2022 al 27 de febrero de 2023. Esto no significa que las personas hayan muerto por fentanilo, pero sí que había presencia de esta droga en su organismo al momento de morir de forma violenta.
Esta tendencia se ha ido extendiendo a otros estados del norte del país, todos los que comparten frontera con Estados Unidos.
La Fiscalía de Nuevo León confirmó vía transparencia que había identificado 607 muertes con resultados toxicológicos positivos a fentanilo de 2018 a 2023. Estos decesos tampoco se pueden atribuir a una sobredosis, pero confirman que las víctimas tenían fentanilo en su cuerpo.
En cuanto a los otros estados fronterizos hay inconsistencia de datos. Sonora reservó información relacionada con pruebas de detección y muertes por fentanilo. Coahuila aseguró no contar con ningún método de detección de esta sustancia en análisis toxicológicos de cadáveres o personas detenidas, sin embargo reportó en Monclova la muerte de un masculino de 32 años a causa de “asistolia y depresión respiratoria e intoxicación con fentanilo” el 27 de abril de 2021.
Chihuahua y Tamaulipas, dos de los estados que más sufren de violencia y terror del narco, tampoco cuentan con pruebas de detección, lo cuál es alarmante en cuanto a un problema de salud creciente. El fentanilo llegó para quedarse. Es un opioide sintético 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más potente que la morfina y tan solo 2 miligramos pueden resultar mortales.
En el resto del país, las fiscalías estatales que no cuentan con ningún método de detección son Querétaro, Chiapas, Colima, Guanajuato, Guerrero, Oaxaca y Tabasco.
En Sinaloa sucede un panorama similar. Los pacientes que llegan a las unidades de atención externa del CIJ Culiacán por consumo de metanfetamina, presentan un cuadro con más ansiedad, por lo que los especialistas piensan que esta droga se mezcla con fentanilo, pero por la falta de pruebas de detección no es posible comprobarlo, según comentó Manuel Velázquez Ceballos, director de la institución.
Juanita Sosa, quien dirige la unidad de hospitalización de los Centros de Integración Juvenil de Nuevo León, dice “ya hay un par de centros de tratamiento privado que cuentan con tiras reactivas para detección de fentanilo. Nosotros todavía no”. Estos centros privados como Oceánica sí cuentan con dichos métodos y tratamientos específicos para desintoxicación de fentanilo. El tratamiento tiene un costo de 284 mil pesos con 45 días de estancia en las instalaciones
Fentanilo y Heroína
Raúl Martín del Campo, miembro de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), estima que el 98% de los consumidores de fentanilo lo ingieren de manera accidental a través de otras drogas. El estudio realizado por el International Journal of Drug Policy, muestra que la llegada de fentanilo a la oferta de drogas de Tijuana, México, está fuertemente ligada al consumo de heroína, un opioide natural. En un análisis de reducción de daños detectaron a través de tiras reactivas la presencia de fentanilo en jeringas usadas por consumidores de heroína blanca.
Durante un periodo de 8 meses se examinaron 652 jeringas recolectadas en clínicas pertenecientes a la organización no gubernamental de reducción de daños Prevencasa A.C, en las que el resultado fue positivo a fentanilo en 52.8% de ellas. “La gran mayoría de los que están en el programa de tratamiento con metadona comentan que lo que menos harían sería regresar a consumir heroína porque no quieren consumir fentanilo”, dijo el Dr. Raúl Palacios, director del Centro de Integración en Tijuana.
De acuerdo con datos de la SEDENA los aseguramientos de fentanilo del 1 enero de 2015 al 5 marzo de 2023 dan un total de 3,389 kologramos equivalente a 20 millones 703 mil153 de pastillas, siendo Sinaloa uno de los estados con más decomisos. Mientras el gobierno federal asegura que hay una estrategia contra el fentanilo, en los hechos las Procuradurías, los Servicios Forenses y las Secretarías de Salud tienen datos desarticulados de muertes por fentanilo o ingresos hospitalarios.
Pese al aumento del uso de esta droga no se han establecido políticas de atención ni prevención eficaces.
La estrategia federal de combate opera bajo datos de hace siete años. La Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, Encodat, está cancelada y los últimos datos son de 2016. Sin embargo, el informe de 2020 del Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Sustancias Psicoactivas mostró un panorama del consumo de opioides en la frontera mexicana con un total de 122 casos en los que usuarios reportaron haber consumido esta sustancia al demandar tratamiento en centros públicos, privados y organizaciones de la sociedad civil.
Ante el cuestionamiento de cómo gestionar este fenómeno, Lisa Sánchez, directora general de México Unido contra la Delincuencia, asegura que la solución más integral y efectiva en el corto plazo es atender la demanda y la salud de las personas usuarias es a través de servicios y tratamientos, y no a través de la meta de consumo cero. Pero a raíz de la prohibición de 2019 por parte del gobierno sobre el uso de recursos federales para financiar acciones de las organizaciones de la sociedad civil, se suspendieron todos los programas que apoyaban a la reducción de daños en el país.
Ante el riesgo que implica el consumo de fentanilo y otros opioides, en México no hay acceso a la naloxona, el medicamento (no adictivo) que revierte la sobredosis de opioides. Al respecto, Andrés Manuel López Obrador, criticó la medida de Estados Unidos al permitir su compra sin receta. “En vez de ir al fondo vamos a paliativos. Esto va a convertirse en un medicamento para que no haya la adicción, ¿o es nada más prolongar la agonía?, ¿quién hace ese fármaco?, ¿por qué no atender las causas?” Por lo que en México, a falta de este medicamento, el principal método de los usuarios para contrarrestar los efectos son inyectar agua con sal, aplicar hielo en diferentes partes del cuerpo o golpear a la persona para reanimarla.
El investigador de la Universidad de Victoria, Jaime Arredo, publicó vía Twitter evidencia de sobredosis en las calles de Tijuana.
Maybe you didn’t see it, but this week, the Mexican president said delivering naloxone only prolongs the suffering of people who use drugs
They also said there are no significant OD deaths in the country, so no narcan is needed
This happened today, tj community org saving lives pic.twitter.com/KVJmwfSmNL
— jaime arredondo sanchez lira (@jaimeASL) April 14, 2023
Este fenómeno representa un problema de salud que es invisibilizado por la falta de medición y atención ante el creciente uso de fentanilo en el país. En cambio en la conferencia matutina de este 9 de mayo, el presidente López Obrador aseguró lo contrario. “En México hay tráfico de droga, pero afortunadamente, toco madera, no hay consumo o es muy poco el consumo”. Las cifras de su gobierno, sin embargo, lo contradicen.