Una joven poblana llega a la ciudad rodeada por volcanes milenarios. Capital de un país que enajena el sentir femenino, el cual, Ángeles Mastretta libera en sus novelas.
La escritura de Ángeles Mastretta retoma esa ridícula cualidad de la cultura mexicana para burlarse del intelecto femenino. Las mujeres en sus novelas son conscientes de ellos y mucho más que luchar, se atreven por conseguir aquel mundo verosímil con sus deseos y su contexto.
Ángeles Mastretta, entiende el desafiante juego de los roles de género. Sabe cuáles son sus fisuras y las explota con curiosidad para crear personajes complejos y coherentes. Observamos como los personajes interpretan sus distintos roles hasta que hay un punto de quiebre que los reta a cuestionar su entorno.
Sin embargo, las mujeres creadas por Ángeles no son pasivas, su vida no es algo que simplemente les sucede por pura casualidad, la vida sale de ellas, de sus impulsos y decisiones. De esta desesperada necesidad de tomar agencia de quiénes son y a dónde van.
Sus novelas también abordan temas románticos, pilares en cualquier vida de una mujer, entre el amor juvenil y aquel que uno escoge. Hay amores que llegan a ti y se mantienen por las circunstancias; puede venir de un lugar de necesidad económica o social. Por otro lado, está el amor deliberado, no deseas con urgencia y viene del simplemente querer estar con esa persona. Ante estos dos caminos, es imperativo cuestionarse cuál es el más importante o el que nos permita sobrevivir día con día.
Sus historias describen esta sensibilidad por las emociones y los acontecimientos que nos rodean. Lo que escribe deja en claro que el ser humano es estar formado tus recuerdos y quienes te han amado.
Escucha un poco más sobre esta gran escritora mexicana y de su trayectoria periodística en la cápsula literaria de Entre Ladrillos titulada “Conmover y quebrantar: la tinta de Ángeles Mastretta” donde se analiza sus obras más famosas como Arráncame la vida, La emoción de las cosas, Ninguna eternidad como la mía, Maridos y Mal de amores