Solamente un hombre que vivió entre libros de bibliotecas públicas, puede entender lo atroz que sería vivir en un mundo donde las brasas del fuego exterminen aquellas páginas donde albergan posibilidades infinitas. Ese fue el escritor de Fahrenheit 451, Ray Bradbury.
Nacido en la década de los veinte, se solventó por vender periódicos hasta la publicación de sus primeras colecciones de cuentos “El hombre Ilustrado” y “Crónicas Marcianas”
Bradbury escribió historias sobre viajes al espacio, diecinueve años antes de la llegada a la Luna en 1969. Entendió, con cierto vértigo, que nosotros no seríamos mejores´que en la tierra y probablemente llevaríamos nuestros problemas al espacio.
Fue capaz de plantear una realidad que rebasan la tecnología actual. Sin miedo a imaginar que haría la humanidad ante la conquista de los astros que la rodean, como Marte y la Luna. Describiendo con una curiosidad fina en qué nos convertiremos si aquello que creamos no lo podemos controlar.
Su estilo se caracteriza por redactar una cotidianidad ante lo impensable; viajar en el tiempo por entretenimiento, el ser astronauta como un trabajo común o tener el fin del mundo a la vuelta de la esquina. Sus temáticas sin duda forjaron a la ciencia ficción que conocemos hoy en día.
La primera novela de Bradbury, Fahrenheit 451, ha sido un clásico durante setenta años debido al acercamiento sobre un mal que nos acecha, sin importar a que tiempo pertenezcamos, la destrucción de la literatura. Un acto que se ha vivido de distintas maneras en la historia; la quema de libros por el mandato Nazi hasta la prohibición de novelas en escuelas públicas de Estados Unidos.
Descubre más acerca de su vida y su escritura en nuestra cápsula de literaria de Entre Ladrillos “Imaginar qué seremos: la ciencia ficción de Ray Bradbury”