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Consultorios médicos anexos a farmacias en México, un servicio de salud ignorado

La atención en consultorios adyacentes a farmacias (CAF) ha incrementado por la falta de acceso y recursos en el sector público. A pesar de que operan miles de éstos a nivel federal, siguen siendo ignorados y poco regulados por las autoridades sanitarias. El resultado de ésto implica condiciones precarias de trabajo para los médicos, la realización de consultas sin equipo y conocimiento adecuado, la receta de medicamentos comprometida por un interés privado y la atención inadecuada de pacientes con padecimientos crónicos. 

I. Consultorios Adyacentes a Farmacias (CAF) en México

¿Cuántos consultorios adyacentes a farmacias hay en tu calle? Si le preguntas a cualquier mexicano, por lo menos te dirán que saben de uno que les queda cerca. Tan presentes y, a la vez, tan ignorados. A la fecha, ninguna institución gubernamental de salud tiene la cifra oficial de cuántos de estos consultorios hay en el país, ni la Secretaría de Salud (SSA), ni la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), ni el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). Representantes de estos organismos han declarado públicamente la importancia de regularlos para asegurar su eficacia en salubridad, mas no parece que estén tomando acciones reales para lograrlo. 

El martes 16 agosto de 2022, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de México, Hugo López-Gatell, lanzó un comunicado en la conferencia matutina desde Palacio Nacional, conocida como la mañanera, donde expresó la necesidad de abolir los consultorios adyacentes a farmacias en el país debido a las condiciones precarias que implican para pacientes y trabajadores mientras que son altamente lucrativas para las corporaciones que las manejan: 

«No podemos cancelarlos de tajo. Lo deseable es que no existan en la medida en que el sistema público garantice la gratuidad y la universalidad, que todo el mundo tenga acceso y, desde luego, la calidad sea atractiva para el pueblo». 

Sin embargo, la salud pública en México está lejos de obtener la universalidad y, en muchas ocasiones, de cumplir con los estándares básicos de calidad. De acuerdo con los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de los 36 países representados por la organización, México tiene el nivel más alto de desigualdad en acceso a servicios de salud. Según estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el 2021 se destinó 6.2% del Producto Interno Bruto (PIB) al gasto de salud. Esta cifra coloca al país en el tercer puesto más bajo de la OCDE, comparándolo con el país más alto que es Estados Unidos con un 18.3% del PIB destinado a salud en el 2021.

María Cervantes, estudiante de medicina de la Universidad Anáhuac Norte, comenta que ciertas instituciones de atención médica del sector público no tienen la capacidad suficiente para atender a toda la población, especialmente en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS): “Como hay un gran volumen de pacientes y no tienen suficientes insumos, si no tienes algo super complicado en agudo no te van a pasar (…). 

Por ejemplo con una colelitiasis, que significa piedras en la vesícula biliar, en el sector privado si presentas síntomas y te encuentran las piedras, casi de forma inmediata te las van a quitar porque no se van a esperar a que haya complicaciones. En cambio, en el sector público, si no estás en un estado crítico te hacen esperar, pero en ese tiempo de espera las piedras se impactan y pueden generar pancreatitis, infecciones o cuadros de vesícula más graves y eso complica las cirugías”. 

Por lo tanto, un gran porcentaje de la población opta por realizar consultas médicas a través de los CAF, que permiten atención más rápida y barata puesto que las consultas llegan a costar entre 20 y 50 pesos y algunas incluso son gratuitas. En la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2021, se obtuvo que del total de mexicanos que solicitaron una atención de salud ese año, el 39% lo hizo en el IMSS, la SSA y los Sistemas Estatales de Salud, mientras que un 50% buscó atención en el medio privado. 

Esta cifra aumentó exponencialmente con la llegada de la pandemia por Covid-19 según el testimonio de Antonio Pascual Feria, presidente de la Asociación Nacional de Farmacias de México (ANAFARMEX), en el medio La Jornada, donde mencionó que las personas se sensibilizaron más de problemas en vías respiratorias por temor al virus cuando antes se pasaban mucho más por alto. Estos servicios médicos alternativos ofrecidos por el sector privado, atienden entonces una necesidad de atención primaria a la población y su operación es un síntoma de la falta de acceso y recursos del sector público. 

Sandra Patricia Díaz Portillo, investigadora y Dra. en Ciencias Políticas y Sistemas de Salud, es una de las pocas voces expertas que han brindado información sobre este tema ya que ha realizado importantes estudios exploratorios en colaboración con el INSP. Entre ellos, se destaca su investigación de 2015 junto con otros colaboradores titulada “Consultorios adyacentes a farmacias privadas en México: infraestructura y características del personal médico y su remuneración”.

Asimismo, recopiló en 2017 una serie de testimonios de médicos que laboran en un CAF y cuyo documento se titula “Condiciones de trabajo en consultorios adyacentes a farmacias privadas en Ciudad de México: perspectiva del personal médico”. Ella explica que la falta de cifras y datos oficiales por parte de las autoridades sanitarias sobre este fenómeno masivo en el país, fue lo que la motivó a indagar más al respecto. 

Al entrevistar a la Dra. Díaz Portillo para este reportaje, ella explicó que en sus averiguaciones encontró que el fenómeno de los CAF fue fundado en México a finales de 1990 por Víctor Manuel Gonzáles Torres, el dueño de la cadena de Farmacias Similares, quién detectó la necesidad de poblaciones de bajos recursos de tener centros de salud en su localidad. Este servicio resolvía la problemática de vialidad y cobertura y, a su vez, atraía a potenciales clientes a las farmacias. 

“El fenómeno no se hubiera expandido como lo hizo sino hubiera una necesidad. Incluso este fenómeno se intentó mover al resto de Latinoamérica; sin embargo, el modelo no prosperó. Por ejemplo, en tiempos de crisis económica en Argentina, llegó el modelo y muchas personas lo utilizaban para atenderse (…) pasó la crisis, y la gente ya no volvió a usar los consultorios”, comentó Díaz Portillo. 

En el caso de México, sin embargo, otras cadenas comenzaron a imitar este modelo tras ver su éxito en el país, especialmente con la regulación para la venta de antibióticos de 2010 que implicaba forzosamente una receta médica para la compra de éstos. Grandes cadenas como Farmacias del Ahorro, Benavides, San Pablo y más, ahora dan este servicio médico. Contar con un doctor que prescribiera antibióticos a un lado, se convirtió en una forma de evitar pérdidas en ventas de las farmacias. 

A pesar de su presencia masiva a nivel federal, en la que se atienden a millones de personas, las autoridades sanitarias siguen ignorando en gran medida su operación y, por lo mismo, no existe una regulación efectiva de estos centros, lo cual implica que haya condiciones laborales precarias para los médicos, recetas de medicamentos afectadas por intereses privados de las farmacias y, en muchas ocasiones, atención deficiente por la falta de recursos y especialización de los médicos para atender necesidades más graves de la población. 

Gustavo Leal Fernández, investigador en políticas de atención a la salud de la UAM Xochimilco, comentó a El Universal: “La gente va y así no pierde un día de trabajo por ir al IMSS o al ISSSTE, le calman los malestares y puede seguir su vida cotidiana. Pero el problema llega cuando estos pacientes rebotan al servicio público y llegan con padecimientos crónicos degenerativos o de alta complejidad y costo”. 

Como explicó la Dra. Díaz Portillo, hay muy poca información sobre la infraestructura, el funcionamiento y el volumen de operaciones de estos centros en México, lo que complica aún más la posibilidad de regulación. 

Organizaciones civiles como la Asociación Nacional de Distribuidores de Medicinas (ANADIM) calcularon en el 2020 que en México habían más de 17 mil consultorios adyacentes a farmacias que diariamente brindan alrededor de 325 consultas en cada uno de sus puntos. Pascual Feria, presidente de la ANAFARMEX, calcula que en el 2022 operaban solamente en la Ciudad de México 3 mil 500 farmacias con consultorios médicos adyacentes, que otorgan 2 millones 900 consultas al mes. 

A pesar de estas estimaciones, no parece haber un consenso sobre la cifra exacta de los CAF en operación en México. Durante las averiguaciones de este reportaje, se hicieron varias solicitudes de información a través del Instituto Nacional de Transparencia (INAI), dentro de las cuales la SSA y INSP negaron tener algún tipo de información con respecto al número de CAF en el país. La COFEPRIS respondió algunas de las solicitudes, pero con documentos vagos e inconsistentes con la realidad.

II. Regulación de los Consultorios Adyacentes a Farmacias (CAF)

De acuerdo con el artículo 200 bis de la Ley General de Salud en México, para que un CAF opere de manera legal debe de contar con un Aviso de Funcionamiento y Responsable Sanitario como primer requisito. La COFEPRIS es la entidad gubernamental encargada de otorgar esta licencia. Sin embargo, al solicitar información a través del INAI, se encontraron inconsistencias en la cifra estimada de CAF en operación y el número de Avisos de Funcionamiento procesados a nivel federal desde 2016 al 2023.

Según la COFEPRIS, desde 2016 hasta 2023 han procesado solamente 2 mil 422 Avisos de Funcionamiento a nivel federal. En la CDMX, se han sumado 107 consultorios desde 2016. Tomando en cuenta que 50% de la población recibió atención en estos centros en el 2021, no parece que las cifras sean posibles. Incluso dentro de los mismos datos de la COFEPRIS hay inconsistencias, por lo que tampoco se puede asegurar que, efectivamente, procesaron ese número de licencias. 

Este documento entregado por la COFEPRIS demuestra que, a partir del 13 de abril de 2023, se sumaron 2 mil 412 Avisos de Funcionamiento en toda la república. Este dato omite a diez Avisos de Funcionamiento comparado con el documento mostrado anteriormente donde se afirman 2 mil 422 licencias, que incluso fue emitido varios días antes, el 24 de marzo de 2023. Ya sea que esta irregularidad se deba a una falta de actualización en sus sistemas o una mala administración de sus datos, es un claro ejemplo de la falta de regulación consistente y de datos disponibles sobre los consultorios adyacentes a farmacias en México. 

Para aclarar y corroborar esta información, se solicitó una entrevista con el actual Comisionado Federal de la COFEPRIS, Alejandro Svarch. Tras varias semanas de comunicación directa, éste pospuso el tiempo de la entrevista múltiples veces y prometió ponerse en contacto pero, al final, no dió una declaración sobre estos datos.